Berlín, 17 de julio.

El sonido cálido del acordeón y letras positivas de éxitos como Limón y sal convirtieron a Julieta Venegas en un ícono indie en todo el mundo, pero la cantante mexicana inicia mañana una nueva gira europea con una cara diferente.

Veo todo muy oscuro en el mundo en general, hay muchas cosas revueltas, mucho movimiento, cuenta en una entrevista con la agencia Dpa en Berlín, primera estación de la gira por Alemania, Francia y España, donde presentará Los momentos.

El sexto álbum de la compositora de 42 años, publicado en marzo, refleja ese cambio de visión con un sonido menos acústico, un sorprendente matiz electrónico y letras más densas, define Venegas.

Quité mucho los instrumentos acústicos que venía usando, los vientos, los cavaquinhos, los banjos... Era un ámbito ya muy familiar y sabía lo que podía hacer con ellos. Así que como punto de partida me enfoqué más en sintetizadores y caja de ritmos.

También los temas de las canciones cambiaron. Al empezar a escribir me di cuenta de que no tenía ganas de tocar temas fáciles, canciones de amor feliz o platonismos. Quería llegar más en profundidad. Si iba a contar una historia de amor o desamor, contarla de otra manera, cuestionar más las cosas.

Maternidad y entorno

Venegas revela que uno de los motivos de ese punto de inflexión en su música fue hace tres años el nacimiento de su hija, Simona, a la que dedica Los momentos. Me cambió la visión de las cosas, me amplió un poco el espectro. A la hora de escribir también. Pensaba que iba a surgir algo más feliz, pero no. Estoy más reflexiva.

Pero también marcó el nuevo rumbo de Venegas la escalada de la violencia por el narcotráfico en México, que aparece de forma directa en temas del nuevo disco como Tuve para dar y Vuelve.

Me toca mucho mi país. Se coló mucho ese tema, ese dolor por muchas cosas que han pasado, explica.

Hay una pérdida de inocencia en México. Es un país mucho más violento que hace años. Llega un momento en que me pregunto qué pasó, dónde estamos parados, cómo vamos a salir de esto. Hay un no saber muy bien cómo vas a recuperar el camino, es un tiempo muy revuelto.

Después de tocar mañana por primera vez en Berlín –una de las capitales culturales del mundo–, la ganadora de un premio Grammy y cinco Grammy Latinos seguirá rumbo a París.

La mayor parte de la gira, sin embargo, se concentra en España, donde Venegas se estrena con un concierto el 27 de julio en Zaragoza y recorre diversas ciudades de costa, como Lloret de Mar, Cadaqués y Gijón, antes de cerrar la gira el 11 de agosto en San Sebastián.

Venegas siente una relación especial con el público español que fue evolucionando con los años. “Cuando empecé a ir a España me colaba en todos los festivales posibles. Después empecé a entrar en la radio a partir del tercer disco y ahí cambió todo mucho, los shows se hicieron más grandes”.

Tras su disco Unplugged, que tuvo poca difusión en España, siente que su vínculo con el país entró en una nueva fase. El público que me escuchaba por la radio se decantó. Ahora quedan los que me van a ver porque me buscan, porque buscan lo que estoy haciendo. Y eso está padre, porque ya encontré mi público.

El espectáculo que Venegas presenta ahora en Europa combina temas nuevos de Los momentos, su primer disco producido por el mexicano Yamil Rezc, con antiguos éxitos como Limón y sal, Me voy y Eres para mí.

Etapa más reflexiva

El álbum marca una nueva etapa más reflexiva en la obra de Venegas, una artista que tiene ya una larga historia de compromiso con diversas causas sociales, participó en campañas solidarias de organismos como la Organicación de Naciones Unidas y es embajadora de buena voluntad de Unicef.

Pero a pesar de esa progresiva visión más comprometida, la cantante no se imagina abandonando alguna vez la música para dedicarse de lleno a formas más directas de activismo.

Mi manera de entender el mundo y de tratar de equilibrar las cosas es escribiendo canciones y cantándolas. Me siento una privilegiada, todos los días agradezco poder hacer esto. Hay veces que agradezco tener la música, porque mi vida no es fácil. Si no tuviera esto, no sé qué pasaría, cuenta.

Venegas no se ve convirtiéndose en política y dando discursos. No es mi carácter. Creo que, desde el lugar donde estoy, lo único que puedo hacer es provocar un giro en la gente. El hecho de que la gente sienta al escuchar una canción ya es algo. Y lo que hago son canciones. Es algo mínimo, pero es lo que sé hacer.