Santiago, 17 de julio.

Un telescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO) captó desde el desierto de Atacama, en el norte de Chile, una nube de gas atraída por el agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea.

Nuevas observaciones llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) del ESO muestran por primera vez una nube de gas desgarrada por el agujero negro, informó hoy la agencia europea en un comunicado.

El gas que se encuentra en la cabeza de la nube se estira a más de 160 mil millones de kilómetros alrededor del punto más cercano de la órbita del agujero negro (...) el máximo acercamiento es a unos 25 mil millones de kilómetros del propio agujero negro; apenas desaparezca caerá sumido en el olvido, señaló el físico alemán Stefan Gillessen.

Del tamaño de la Tierra

Gillessen, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Alemania, encabeza el equipo de observación. En 2011, el VLT del ESO descubrió una nube de gas con una masa mayor a la de la Tierra, que se aproxima rápidamente hacia el agujero negro del centro de la Vía Láctea. La nube está tan estirada que el punto máximo de acercamiento no es un evento puntual, sino un proceso que se extiende a lo largo de un periodo de, al menos, un año, agregó.

En la medida que la nube se estira, su luz se va haciendo cada vez más difícil de observar. La observación minuciosa de la región cercana al agujero negro durante más de 20 horas de tiempo de exposición permitió medir las velocidades de diferentes partes de la nube, a medida que salía disparada más allá del agujero negro central. Lo más emocionante que vemos ahora en las nuevas observaciones es la cabeza de la nube, que vuelve hacia nosotros a más de 10 millones de kilómetros por hora a lo largo de la órbita, explicó Gillessen.

Esto supone un impresionante uno por ciento de la velocidad de la luz, dijo el investigador Reinhard Genzel, quien ha estudiado esta región por casi 20 años.