Esperanza para la sanidad madrileña
a sanidad pública madrileña tiene un halo de esperanza para no desaparecer. En el mayor acoso para culminar un sueño añejo de la derecha española –desmantelar los servicios públicos en beneficio de la iniciativa privada– ha salido a la palestra un juez, quien desde su despacho ha logrado paralizar el plan del gobierno de la Comunidad de Madrid, del Partido Popular (PP), de externalizar
los servicios de siete hospitales de la capital española.
La llamada marea blanca es el movimiento de los sanitarios públicos, de los pacientes y de los ciudadanos de la capital española para impedir la destrucción de la sanidad pública.
Con sus batas blancas han llevado la indignación de los consultorios a las calles, donde han marchado en los últimos dos años para impedir un plan perfectamente estructurado por el gobierno regional. Pero ni las movilizaciones masivas ni la oposición de la mayoría de los grupos políticos y asociaciones de pacientes han impedido que el plan de destrucción de la sanidad pública siga adelante.
Buena nueva
Pero ahora hay una esperanza. Un juzgado de Madrid admitió a trámite la petición de suspensión cautelar presentada por la oposición socialista de la externalización de los servicios de siete hospitales.
Una medida que supone la judicialización de un plan que podría suponer el principio del final de unos de los servicios públicos de salud más prestigiosos del mundo y que funcionan con una efectividad y calidad imitados en otros países.
Armando G. Tejeda, corresponsal