El cantante canceló todos sus compromisos por orden de los médicos
Preparaba su papel de Pablo Neruda en Il postino, ópera que se estrena en el Teatro Real
Miércoles 10 de julio de 2013, p. 6
Madrid, 9 de julio.
Plácido Domingo, el cantante de ópera español más celebrado de la historia, permanece hospitalizado en Madrid víctima de una crisis de embolia pulmonar, derivada de una tromboembólica venosa, según informaron sus representantes en un comunicado.
El tenor –hoy convertido en barítono– se encuentra en estado crítico y los médicos prevén que su hospitalización se prolongue al menos un mes, con lo que canceló todas las actuaciones que tenía previstas para julio, incluida su interpretación de Pablo Neruda en Il postino, que se estrenará el próximo sabado en el Teatro Real, en Madrid.
Domingo siempre ha considerado a México su segunda patria
tras los estrechos lazos que ha tenido su familia y él mismo, tanto en el terreno profesional –su debut como tenor fue en el Teatro Degollado, en Guadalajara, en 1959– como en el personal; tiene numerosos familiares y siempre recuerda con emoción los tristes días de septiembre de 1985, en los que ayudó con sus propias manos a retirar escombros de los edificios derruidos en Tlatelolco por el temblor, en el que murieron un sobrino y su hijo.
Actividad febril
El cantante y director de orquesta español tiene 72 años y su actividad profesional ha sido frenética desde que era una joven promesa. Precisamente estaba dando los últimos retoques a su papel de Pablo Neruda en Il postino, que se estrenará en España después de ser vista en México y en Chile, cuando tuvo que ser trasladado al hospital e ingresado con un diagnóstico difícil para una persona que tiene en la voz su instrumento de trabajo y su forma de expresión.
Una embolia pulmonar es una de las dolencias más severas para un cantante. Hay precedentes como el de Mario Lanza, quien la padeció con tan sólo 37 años y esa enfermedad fue la que lo precipitó a la muerte y rompió con la trayectoria de uno de los cantantes de ópera con mejor proyección en aquellos años.
El representante de Plácido Domingo y los directivos del Teatro Real se limitaron a informar de que, en efecto, el padecimiento es una embolia pulmonar originada por una tromboembólica venosa y advirtieron que tendrá un plazo mínimo de hospitalización de entre tres y cuatro semanas, de acuerdo con la evolución del cantante, quien hace tres años –en marzo de 2010– fue operado de urgencia de un tumor cancerígeno en el colon, enfermedad que superó con rapidez y entereza, a pesar de que los médicos le auguraron un posible retiro de los escenarios.
Sin embargo, Domingo, un trabajador infatigable, no sólo intensificó sus actividades como director de la Ópera de Los Ángeles, sino que se metió de lleno en su complicada tarea de interpretar papeles de barítono, para reinventarse como cantante y afrontar con dignidad papeles más acordes con las condiciones actuales de su voz.
Así lo hizo y logró su primer gran triunfo con su interpretación de Simón Bocanegra en la Scala de Milán, unos meses después de habérsele extirpado el tumor cancerígeno y con el reto de cantar un papel que en 30 años nadie había querido interpretar en el difícil coloso milanés. De ahí vendrían más, todos ellos cantados con éxito, como el Cyrano de Bergerac.
Predilección por México
Uno de los grandes amores de Plácido Domingo ha sido México, un país al que le tiene un profundo cariño heredado en parte por su padres, que tuvieron que emigrar en 1959 de una deprimida España –sometida a la oscuridad de la dictadura de Francisco Franco–. Y el país que eligieron para desarrollar proyectos musicales de zarzuela y teatro de revista fue precisamente México, donde permanecieron la mayoría de su vida. De hecho, Domingo se formó como músico en el Conservatorio Nacional de Música de México.
Sus dos primeras esposas fueron mexicanas: Ana María Guerra Cué, con quien tuvo su primer hijo, y la soprano veracruzana Marta Ornelas, con quien se casó en 1962. Y en México, en este caso en el Teatro Degollado, en Guadalajara, vivió uno de los días más importantes de su vida: su debut como cantante interpretando el personaje de Pascual de la ópera de Arrieta Marina.
Si bien el salto internacional y el que lo catapultó hasta convertirse en la figura mítica de la lírica fue su paso por la Ópera de Tel Aviv. A partir de ahí empezó a forjarse una de las trayectorias más brillantes y celebradas en el mundo, coincidiendo con otras grandes figuras de la ópera como Luciano Pavarotti o el catalán Josep Carreras. Una de la actuaciones memorables de Domingo en México fue en 2009, en la capital de ese país, tras ser declarado huésped distinguido por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.
El Teatro Real informó que el papel de Pablo Neruda será interpretado por el tenor valenciano Vicente Ombuena, quien ha encarnado este personaje en la producción que se ofrecerá en Madrid, en el Teatro de Bellas Artes, en México, y en el Municipal de Santiago de Chile, donde alternó el papel con Plácido Domingo.
Por la noche, el crítico de ópera Gerardo Kleinburg informó: “Acabo de intercambiar mensajes con Álvaro, el hijo de Plácido, y me dice textualmente: ‘Ya todo tranquilo ahora”’.