Sábado 6 de julio de 2013, p. 24
Lisboa, 5 de julio.
Portugal sigue en un callejón sin salida política, en espera de un acuerdo definitivo para salvar al gobierno de centro derecha, pese a las garantías del primer ministro, Pedro Passos Coelho, quien trata de tranquilizar a los mercados y a Europa.
La agencia de calificación financiera Standard and Poor’s (S&P) revisó a la baja este viernes la perspectiva de la nota soberana de Portugal: pasó de estable
a negativa
. La calificadora argumentó la incertidumbre política creciente
que ha dejado la dimisión de dos ministros del gobierno de coalición.
La crisis que estos días sacude al país comenzó con la dimisión inesperada el martes de Paulo Portas, ministro de Relaciones Exteriores, 24 horas después de la renuncia, también por sorpresa, del ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, arquitecto del programa de reformas y austeridad exigido a cambio del rescate internacional del país.
Gaspar fue sustituido por su adjunta Maria Luis Albuquerque, elección que refleja la voluntad del primer ministro de continuar con la austeridad.
Portas, por su parte, desea un cambio de política, pero las autoridades europeas insisten en que Portugal prosiga sus esfuerzos para reducir el déficit.
Tras intensas reuniones el jueves con Portas, Passos Coelho anunció que había encontrado una fórmula
para garantizar la supervivencia de la coalición, en el poder desde junio de 2011. Sin embargo, no precisó el contenido de dicha fórmula e indicó que todavía tenía que discutirla con Portas, líder del pequeño partido conservador Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), cuya alianza con el Partido Socialdemócrata (PSD, de Passos Coelho) permite a la coalición tener la mayoría en el Parlamento.
Hoy, nueva reunión
El jefe del gobierno hizo este anuncio tras una reunión con el presidente Aníbal Cavaco Silva, a quien aparentemente no ha convencido. Las direcciones de ambos partidos de la coalición se reunirán el sábado en la tarde y luego harán una declaración
, agregó sin más precisiones.
Preocupado por el futuro del país, Cavaco Silva subrayó este viernes, ante una treintena de economistas, que uno de los principales problemas de Portugal es el retorno a los mercados financieros el próximo año, al término del plan de ayuda por 78 mil millones de euros, negociado en mayo de 2011 con los acreedores de la troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).