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La mandataria brasileña se reúne con jóvenes, sindicatos, partidos, legisladores y ministros

Nuevo respaldo de Lula al plebiscito de Dilma Rousseff para la reforma política

“La iniciativa tiene el mérito de romper el impasse en este asunto decisivo”, dice el ex gobernante

 
Periódico La Jornada
Sábado 29 de junio de 2013, p. 24

Brasilia, 28 de junio.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cerró una semana de intensas reuniones con grupos de jóvenes, sindicatos, campesinos, partidos, gobernadores estatales y presidentes de las dos cámaras del Parlamento y de la Corte Suprema. Una vez más, la mandataria recibió el apoyo de su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva, quien desmintió haberla criticado como afirmaron algunos medios.

Tras dos semanas y media de manifestaciones multitudinarias contra el excesivo gasto para la organización de la Copa Confederaciones de futbol, el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, este viernes las protestas se redujeron a fugaces bloqueos de carreteras cerca de la ciudad de Belo Horizonte, en el sureste del país, y en vías del estado de Maranhao, en el norte.

Lula celebró este viernes, en un comunicado, el plan de convocar a un plebiscito para impulsar una reforma política y destacó la extraordinaria sensibilidad de Rousseff para proponerlo.

“La iniciativa tiene el mérito de romper el impasse en esta cuestión decisiva, que hace décadas entra y sale de la agenda nacional, sin lograr cambios significativos. Oyendo al pueblo, nuestro sistema político podrá perfeccionarse. Es lo que se espera”, añadió.

Lula, al igual que Rousseff, líder del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), respondió con ese mensaje a una nota publicada este viernes por el diario Folha de Sao Paulo, en la cual se asegura que el ex gobernante criticó la manera en que la presidenta planteó inicialmente la idea de convocar a una asamblea constituyente para llevar adelante una reforma política.

El gobierno lanzó esta semana esa idea, pero luego la descartó por falta de tiempo y se inclinó por reclamar al Congreso que convocara a un plebiscito en respuesta a las movilizaciones callejeras, las mayores de las últimas dos décadas en Brasil.

Rousseff ya consiguió el apoyo de la base aliada del gobierno y este viernes debía reunirse con líderes de la oposición. No hice ninguna crítica en público ni en privado a la actuación de Rousseff en los episodios recientes, comentó Lula en la nota.

El presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), Jospeh Blatter, minimizó hoy las críticas de los manifestantes al organismo al asegurar: Entiendo los disturbios sociales, pero no es problema nuestro.

Las movilizaciones populares, realizadas desde el 15 de junio, han cuestionado el papel de la FIFA en la organización de un espectáculo que tiene escasas derramas económicas hacia la población; la gente ha acusado al gobierno de invertir 15 mil millones de dólares en estadios y otras obras públicas relacionadas con los eventos futbolísticos, mientras la población requiere mejores servicios de salud y educación.

Blatter y Rousseff fueron largamente abucheados durante la ceremonia inaugural del acto. El lunes, la mandataria anunció su intención de convocar a un plebiscito sobre una reforma política, que también es parte de las demandas populares y uno de los temas que el Congreso ha archivado desde hace dos décadas, dado que los legisladores no son leales a un programa partidista y complican las decisiones de consenso.

El jueves, los partidos de oposición representados en el Poder Legislativo manifestaron su preferencia por un referendo, en vez de un plebiscito, argumentando que los ciudadanos podrían votar globalmente sí o no por un proyecto general de reforma política y no por aspectos particulares. La postura de organizaciones como el ex gobernante Social Democracia Brasileña anticipa una dura batalla política de Rousseff por alcanzar acuerdos en torno a su iniciativa.