Río de Janeiro, 21 de junio.

Brasil se enfrenta mañana a Italia en busca de un empate o un triunfo que tendrá seguramente un premio extra: evitar a la temida España en las semifinales de la Copa Confederaciones.

Ambos países ya están clasificados y se juegan la primera plaza, con la ventaja de que el empate favorece al cuadro local. El segundo del grupo A se medirá con el líder del B, que lo será, seguramente, la furia roja, campeona del mundo y de Europa, que necesita un empate ante Nigeria este domingo para confirmarlo.

Los problemas físicos de la azzurra, que pierde por lesión a Andrea Pirlo y a Daniele de Rossi por sanción, provocarán cambios en la oncena del técnico Cesare Prandelli, quien buscará la victoria con un equipo diferente al que venció a México y Japón.

Podría entrar en el ataque Sebastian Giovinco, autor del tanto del triunfo ante los nipones, y en el centro del campo Ricardo Montolivo, Claudio Marchisio, Alberto Aquilani y Antonio Candreva.

No sé qué partido podremos hacer contra Brasil. El objetivo es recuperar las fuerzas, dijo Prandelli, preocupado por el nivel físico de sus futbolistas, y quizá apueste ya a la semifinal, aunque sea contra España.

Por cierto, el técnico rechazó que pasara por su mente abandonar la Confederaciones debido a las protestas que no cesan en el país sudamericano.

Su homólogo, Luiz Felipe Scolari, también dará un respiro a los suyos. Podemos cambiar uno, dos o tres jugadores, pensando en la semifinal, confirmó Carlos Alberto Parreira, coordinador técnico de la canarinha.

Paulinho y David Luiz, en duda

Brasil tiene las dudas del volante Paulinho por problemas en el tobillo y del zaguero David Luiz, con una fractura de nariz luego de un choque accidental en el partido ante México.

Los que parecen fijos son Neymar y Mario Balotelli, amigos, estrellas de los respectivos equipos y autores de dos goles cada uno en lo que va del torneo.

Este duelo de atacantes no tendrá desperdicio. Neymar atraviesa su mejor momento con la selcción, con un espectáculo de estupendas jugadas, que le devolvieron el cariño de la hinchada.

Balotelli, el bad boy de la selección italiana, puede sorprender en cualquier momento con su velocidad y fuerza.

El partido promete futbol ofensivo por las dos partes y tendrá el premio extra de no ver a España antes de una eventual final.