a buena noticia es que 38 naciones cumplieron con los objetivos establecidos internacionalmente en la lucha contra el hambre, anotándose estos éxitos antes del plazo límite fijado para 2015; la mala, por no decir pésima, es que México ni por aproximación aparece entre ellos. De hecho, en nuestro país no ha dejado de crecer el número de compatriotas a quienes su ingreso laboral no les alcanza para comprar la canasta alimentaria, y si no les es suficiente para ésta, mucho menos para todo lo demás.

Este informe lo divulgó ayer la FAO, organismo que precisó que esos 38 países no son potencias económicas, ni mucho menos navíos de gran calado (Calderón dixit) como México, sino, la mayoría de ellos, naciones tercermundistas como Argelia, Angola, Bangladesh, Benín, Camboya, Camerún, Fiji, Indonesia, Jordania, Malawi, Maldivas, Níger, Nigeria y Togo. Además, Armenia, Azerbaiyán, Djibouti, Georgia, Ghana, Kuwait, Kirguistán, San Vicente y las Granadinas, Samoa, Santo Tomé y Príncipe, Tailandia, Turkmenistán y Vietnam. En la relación también aparecen Brasil, Cuba, Chile, Guyana, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. ¿Y México?, ni sus luces.

Es preciso recordar que, de acuerdo con el Coneval, en el primer trimestre de 2013 se incrementó el número de mexicanos que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo, y, por lo mismo, mantenerse, así sea en el borde, por arriba de la línea de bienestar mínimo (fijada ésta por las propias instituciones gubernamentales). Pero el periodo de referencia no ha sido la excepción, sino la norma. A lo largo de los últimos 21 trimestres (cinco años y tres meses consecutivos) no ha dejado de crecer el número de mexicanos que por su escaso ingreso laboral y la constante pérdida de poder adquisitivo no pueden comer siquiera lo mínimo requerido.

En su más reciente reporte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) explica que el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) correspondientes a enero-marzo de 2013 se incrementó 1.25 por ciento respecto del cierre de 2012, de tal suerte que dicho indicador no ha dejado de avanzar desde diciembre de 2007. El organismo precisa que el citado índice se elabora desde 2005, y desde entonces sólo en dos ocasiones (de 49 posibles) se ha registrado un descenso en el número de mexicanos que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo.

Para dejar en claro de qué se trata, el propio Coneval (institución encargada de evaluar la política de desarrollo social en el país) explica que la serie del índice de la tendencia laboral de la pobreza muestra trimestralmente la tendencia de la proporción de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo. El punto de partida de esta serie es el primer trimestre de 2005 pues es el periodo en el cual el Instituto Nacional de Estadística y Geografía empezó a levantar la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Este indicador tiene información disponible a nivel nacional y para cada una de las entidades federativas.

Así, el constante aumento del citado índice no deja duda que el ingreso laboral de la mayoría de los trabajadores mexicanos no alcanza siquiera para comer, y el número de personas afectadas crece trimestre tras trimestre, desde, cuando menos, 2007. De hecho el Coneval precisa que desde el inicio de la medición del indicador de referencia al cierre de abril de 2013, el precio de la canasta alimentaria (que, se supone, garantiza una línea de bienestar mínimo, siempre bajo el criterio oficial) se incrementó 66 por ciento en el sector rural y 70.5 en el urbano. Así, el precio de la citada canasta aumentó de 711.46 a mil 179 pesos en el sector urbano, y de 492.64 a 839.85 pesos en el rural, y contando.

Ante esta crudísima realidad no sorprende que la FAO ni de lejos considere a México entre las naciones que están abriendo el camino hacia un futuro mejor y menos de que son la prueba de que con una fuerte voluntad política, coordinación y cooperación, es posible lograr reducciones rápidas y duraderas para el hambre. Por el contrario, nuestro país forma parte del grupo de naciones que reproduce las condiciones socio económicos para que la gente padezca hambre, no obstante que desde muchos años atrás el gobierno mexicano se comprometió a cumplir los Objetivos del Milenio (a más tardar en 2015) fijados por la ONU –a la que pertenece la FAO–, especialmente el relativo a reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre.

En su informe la FAO subraya que de cualquier suerte el número de personas que sufren hambre en el mundo se mantiene inaceptablemente elevado. A nivel mundial, el hambre se ha reducido en la última década, pero 870 millones de personas todavía están desnutridas, y otros millones de seres humanos sufren las consecuencias de las deficiencias de vitaminas y minerales, incluido la falta de crecimiento infantil. Por eso, los países que cumplieron con los objetivos establecidos internacionalmente en la lucha contra el hambre serán honrados en una ceremonia de alto nivel. Entre ellos no estará México.

El organismo especializado de la ONU indicó que la gran mayoría de las víctimas del hambre, 852 millones en todo el planeta, viven en países en desarrollo, mientras que 16 millones de personas están desnutridas en los países desarrollados. A nivel mundial, la inseguridad alimentaria es hoy en gran medida un problema de acceso a los recursos y servicios que necesitan las familias para producir, adquirir u obtener suficientes alimentos nutritivos.

Las rebanadas del pastel

De la manga se sacó el Inegi un extraño boletín de investigación para los medios de comunicación (...), que de momento no puede ser considerada estadística oficial, sobre las clases medias en México durante la primera década del siglo XXI (hasta 2010). ¿Qué pasó allí?, porque pareciera que el encargado de redactar tal boletín fue el magazo Ernesto Cordero, quien durante su breve estadía en la Secretaría de Hacienda no dejó de presumir que México dejó de ser un país de pobres... México es un país de renta media... La clase media en México gana 6 mil pesos al mes... la recuperación en la economía mexicana ya llegó a los bolsillos de las familias, aunque siempre la percepción de los mexicanos es peor y somos más exigentes de lo que las cifras muestran... hay familias mexicanas que con ingresos de 6 mil pesos al mes tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas y chistoretes parecidos.

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