Saqueo a bancos y al menos 85 autobuses destrozados dejan marchas en Sao Paulo
No toleraremos abusos
, advierte ministro de Justicia
Unos 20 detenidos por los disturbios
Jueves 13 de junio de 2013, p. 21
Sao Paulo, 12 de junio.
La Policía Federal brasileña investigará, a pedido del gobierno de la presidenta Dilma Roussef, las tres violentas protestas ocurridas en menos de una semana contra el aumento del precio del pasaje de autobús en esta ciudad, cuyo costo subió de 1.5 a 1.6 dólares. Los disturbios dejaron decenas de vitrinas y dos estaciones de metro destrozadas, así como 85 autobuses dañados y varios bancos saqueados.
Esta noche Sao Paulo era escenario de nuevas protestas y enfrentamientos entre manifestantes y unformados, pero al cierre de esta edición no había reportes sobre el saldo.
En la movilización de la noche del martes participaron 15 mil personas, según organizadores, y 5 mil, de acuerdo con la policía, y dejaron un saldo de 20 detenidos y cinco uniformados heridos. La protesta duró seis horas, por lo que fue no sólo la más violenta, sino la más larga de las tres realizadas en la última semana, indicó la policía.
La Constitución garantiza la libertad de expresión, no la de agresión
, declaró hoy el vicepresidente Michel Temer, en la primera declaración del Ejecutivo tras la ola de protestas que comenzó la semana pasada.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, calificó de absurdos
los actos de vandalismo y sostuvo: ya le pedimos a la Policía Federal que haga un análisis de la situación. Tenemos que garantizar la libertad de expresión, pero en ningún momento (podemos tolerar) abusos y daños al patrimonio
, advirtió.
La manifestación, convocada por el Movimiento Pase Libre, fue la tercera organizada por el grupo desde la semana pasada, cuando la alcaldía estipuló un incremento al precio del transporte público de 3 a 3.20 reales (de 1.5 a 1.6 dólares). Antes de este aumento, la presidenta Rousseff destinó fondos federales para subsidiar el precio de los pasajes que originalmente iban a aumentar a 3.40 reales (1.7 dólares). El grupo defiende la gratuidad del transporte colectivo.
Durante la protesta de la noche del martes, 85 autobuses fueron pintarrajeados y abollados a pedradas, y al menos dos fueron parcialmente incendiados. También hubo daños en edificios públicos y privados, y decenas de vitrinas de bancos y comercios, así como dos estaciones de metro fueron destrozados.
Según la Secretaría de Transportes Metropolitanos, sólo los daños en las estaciones del metro implican un gasto de 109 mil reales (unos 54 mil dólares).
Las dos primeras manifestaciones contra el aumento del transporte público ocurrieron el jueves y el viernes pasados, y también dejaron como saldo varios heridos, algunos detenidos y destrozos.
El lunes, al menos 34 manifestantes fueron detenidos en Río de Janeiro en una protesta similar. En otras ciudades brasileñas también ha habido expresiones de inconformidad.
El alcalde de Sao Paupeglo, Fernando Haddad, del gubernamental PT, dijo el fin de semana que busca opciones para reducir el precio del pasaje.
Según portavoces de Pase Libre, la violencia se desató a raíz de la represión policial, específicamente a partir de que la marcha llegó al Parque Dom Pedro, en el centro de la ciudad, donde ocurrió el primer enfrentamiento con la policía.
El gobierno comenzó a tomar medidas para controlar el alza de precios, ya que el encarecimiento de la canasta básica fue uno de los factores que han causado una baja en el índice de popularidad de Rousseff, que pasó a 54.2 por ciento en este junio, de 56.6 por ciento que tenía en el mismo mes del año pasado, según una encuesta de la Conferación Nacional del Transporte/MDA Pesquisa.
En todo caso, Rousseff rechazó hoy que el país esté bajo el peligro inminente de un aumento de la inflación y aseguró que tanto el Índice de Precios al Consumidor como los gastos públicos están bajo control
.