Jesús Corona ha evitado el desastre en el Tricolor
a palidez del juego de la selección mexicana resulta preocupante y sólo los que no quieren verlo minimizan su mal desempeño en lo que va de la eliminatoria rumbo a Brasil 2014. El equipo de José Manuel de la Torre está hundido en la mediocridad y la larga nómina de jugadores que militan en Europa no ha tenido capacidad para imprimirle un toque de calidad.
Andrés Guardado, Javier Hernández, Héctor Moreno, Giovani dos Santos, Javier Aquino y los repatriados Maza Rodríguez, Carlos Salcido y hasta Gerardo Torrado parecen negados a echarse el equipo al hombro, saltan al terreno de juego esperando que otro sea el que se encargue de tomar la batuta, y con ese panorama el Tricolor ha sido todo menos un equipo.
El martes ante Costa Rica poco se puede esperar del ataque mexicano, tan desorientado, opaco e inseguro, circunstancia que ha dejado al guardameta Jesús Corona bajo reflectores casi en solitario. Chuy ha sido solvente y si no es por su buen trabajo en la reciente gira por Jamaica y Panamá, el desastre ya hubiera tomado matices de tono subido.
Chepo de la Torre reduce todo en sus discursos simplistas a la falta de tino, hizo suyo el sobado consuelo de que se tiene llegada, sólo falta anotar
, mientras, por otro lado, Justino Compeán –quien dijo estar a muerte con el seleccionador–, ya debería estar preparando su funeral o, en todo caso, ir meditando sobre un plan B para evitar el naufragio.
No es extraño que Carlos Vela se haya convertido en una obsesión para el seleccionador. De la Torre vive soñando que alguien le resuelva la vida, y si no, por qué tanto jaloneo con el Mallorca y la liga española, todo para tener entre sus filas desde el partido en Houston a Gío, quien resultó un fiasco, lejos de las expectativas generadas después de tanto teatro y alharaca.
Patético resultó el director de selecciones, Héctor González Iñárritu, quien hasta soltó el despropósito de acusar al equipo mallorquín de haber secuestrado
a Dos Santos. Todo esto tras la gira del cuerpo técnico tricolor por Europa, en la que hablaron con los clubes y supuestamente ya todos estaban prestos para ceder a los convocados. Tampoco pudieron convencer a Vela... ¿entonces, a qué fueron?
Es un hecho que México va a clasificar a la Copa del Mundo, pero causa desencanto verlo arrastrarse hacia la meta convertido en el rey de los empates. Antes se daba casi por cierto que iría escoltado de Costa Rica y Estados Unidos, pero hoy Panamá y Honduras tienen sólidas esperanzas de desbancar a uno de los favoritos y presentarse en la justa brasileña.
El tianguis de piernas vivió en Cancún una edición más y entre lo más llamativo resultó la contratación de Aldo de Nigris por las Chivas, que también adquirió a Néstor Vidrio, Víctor Hugo Hernández, Édgar Solís, Antonio Gallardo y Omar Esparza; lo sorprendente es la salida de Luis Morales, joven habilidoso que pasó al Pachuca, mientras Luis Pérez jugará en Querétaro.
El nuevo equipo de Chiapas fue el que más adquisiciones hizo, 21 altas de escaso renombre, con la misión de hacer mucho con poco presupuesto. Puebla y Querétaro, ambos con riesgo de descenso, también se armaron en cantidad; los camoteros sumaron a Alfredo Moreno, Leandro Augusto y al portero Jorge Villalpando, entre otros.
Clubes como Cruz Azul, Tigres, Monterrey y América fueron selectivos: adquirieron poco, pero de probada calidad. Igual ocurrió con el Santos Laguna, que se quedó con Javier Orozco e intercambió con Pumas a Cándido Ramírez por Eduardo Herrera. Al Pleititos Ángel Reyna nadie le pudo llegar al precio.
Tres equipos estrenarán técnico. Con Atlante se anunció a Wilson Graniolatti, quien deberá evitar que los Potros sigan en picada. Atlas contrató a Omar Asad, mientras los Xolos tendrán en el banquillo a Jorge Almirón. Los Tuzos quieren retornar a los buenos tiempos e hicieron relevantes contrataciones, como Conejo Pérez, Duvier Riascos y Walter Ayoví.
Rodrigo Pony Ruiz no encontró un buen equipo y optó por colgar los botines. El chileno naturalizado mexicano fue una de las últimas grandes importaciones que hizo el balompié nacional y sus pases para gol encumbraron a jugadores de la talla de Jared Borgetti.