Sábado 8 de junio de 2013, p. 16
Sin importar el tiempo transcurrido desde las masacres del 2 de octubre de 1968 y 10 de junio de 1971, no hay obstáculo alguno que impida juzgar a los responsables de las mismas y garantizar a la sociedad el acceso a la justicia y la verdad histórica, como demuestra el proceso judicial en Guatemala contra el ex dictador Efraín Ríos Montt.
Afirmó lo anterior Raúl Álvarez Garín, dirigente del Comité 68, al anunciar la marcha conmemorativa del llamado halconazo, a realizarse este lunes, a las 16 horas, de la estación Normal del Metro hacia el Zócalo, mediante la cual se denunciarán otros agravios sufridos por la sociedad mexicana, como las desapariciones forzadas y los feminicidios.
No debemos cejar en la demanda de castigo al crimen de genocidio cometido en la masacre del jueves de Corpus y la política de desapariciones ejecutada por la Brigada Blanca
, señaló.
Herencia de la impunidad
Álvarez Garín puntualizó que muchas de las actuales violaciones de derechos humanos que ocurren en el país son herencia de la impunidad por los crímenes cometidos en décadas pasadas, y aseveró que el ex presidente Luis Echeverría Álvarez y otros responsables de actos represivos aún pueden ser juzgados y castigados, aunque sus crímenes hayan ocurrido hace más de 40 años.
No hay impedimento legal ni jurídico para no procesarlos. Las maniobras y argucias para retrasar los procesos de responsabilidad penal están agotadas en México y otras naciones, como comprueba el caso de Ríos Montt. Por eso, este 10 de junio nos vamos a movilizar por la justicia y contra la impunidad
, sostuvo.
En tanto, la activista de derechos humanos Mayra Valenzuela indicó que desde hace décadas la creación de grupos paramilitares ha sido una política de Estado para desarticular la lucha del pueblo organizado, por lo que sigue siendo necesario exigir justicia y verdad histórica sobre la masacre del 10 de junio de 1971.
Nadin Reyes Maldonado, del Comité Hasta Encontrarlos, subrayó la importancia de no olvidar ni perdonar los crímenes de lesa humanidad cometidos desde las instituciones del Estado, y advirtió sobre el riesgo que implican las reformas neoliberales, como un nuevo agravio contra las mayorías.
José Gómez, del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo, indicó que un ejemplo del uso de grupos paramilitares en la actualidad son los llamados halcones de la muerte
, creados por el cacique local Jesús Alejo Orantes en la comunidad de Venustiano Carranza, Chiapas, donde han asesinado a más de 30 personas.