Miércoles 5 de junio de 2013, p. 12
En el Campo Marte, espacio destinado por el gobierno de México para dar la bienvenida a los grandes visitantes –y usado también durante las administraciones panistas para funerales de Estado– el presidente Enrique Peña Nieto dijo a su homólogo Xi Jinping que México y China son “naciones en ascenso dentro del nuevo orden internacional’’.
Se trató del debut de esta administración federal en materia de grandes recepciones. Ya antes, en marzo, estuvo aquí John Key, primer ministro de Nueva Zelanda y en mayo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama pero ambas tuvieron el estatus de visitas oficiales. Las dimensiones del Campo Marte y lo alejado del graderío donde fue colocada la prensa impidió captar los detalles sobre este rencuentro de ambos presidentes, pues Peña Nieto y Xi Jinping se vieron por primera vez hace un par de meses en Hainan, como parte de una gira del mandatario mexicano que también incluyó a Hong Kong y Tokio.
Aquella vez los chinos no perdieron la oportunidad de mostrar también la marcialidad y disciplina de su ejército.
Ayer se escucharon las 21 salvas de artillería, hubo presentación oficial de comitivas y sendos mensajes para hacer público el interés por estrechar relaciones de amistad y por supuesto, comerciales y de inversión.
Breve y sin florituras, Xi Jinping lo planteó así: El objetivo de mi visita a México consiste en profundizar la confianza mutua, ampliar la cooperación y profundizar la amistad. Me asiste la convicción de que, con los esfuerzos aunados de ambas partes, las relaciones entre China y México entrarán en una flamante fase de desarrollo
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