Un error mantenerlo encerrado cuando ETA está derrotada
: líder de Izquierda Unida
El líder nacionalista vasco no será excarcelado en atención a la paz social
, el argumento jurídico
Miércoles 5 de junio de 2013, p. 21
Madrid, 4 de junio.
El líder nacionalista vasco Arlando Otegi continuará purgando su condena de seis años y medio de prisión, luego que el Tribunal Constitucional de España decidió hoy no suspender
la sentencia, hasta que sea revisado un recurso presentado por sus abogados.
El dirigente abertzale (nacionalista), declarado culpable de intentar reconstruir el supuesto aparato político de la organización armada ETA, aseguró desde su cuenta de Twitter: Sonrían, vamos a ganar
, al tiempo que representantes de los partidos políticos del País Vasco y de la izquierda española lamentaron que Otegi permanezca en prisión y reconocieron la importancia que tendría su liberación para impulsar el proceso de paz del histórico conflicto del País Vasco.
Otegi fue detenido el 16 de octubre de 2009 en una operación que coincidió con uno de los momentos más tensos del conflicto vasco, que provocó el recrudecimiento de la violencia tras la ruptura de la penúltima tregua del grupo armado y que sepultó el proceso de paz iniciado con el gobierno de entonces, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Ese año la situación política en España y en el País Vasco estuvo marcada por el comienzo de la crisis y por la exigencia de la derecha y la extrema derecha de aumentar los procesos de ilegalización de la izquierda nacionalista vasca, que ya había sufrido una docena de proscripciones de sus organizaciones políticas.
Otegi fue detenido con diez personas más, que de alguna manera habían trabajado con el propio Otegi y el líder del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, por volver a un escenario de no violencia y de cambiar la postura de la proscrita Batasuna con relación al uso de la fuerza con fines políticos. Aún así fueron detenidos, procesados y condenados por la Audiencia Nacional española a penas hasta de diez años de cárcel por un supuesto delito de pertenencia a organización terrorista, siempre con el argumento de que habían intentado
reconstruir su aparato político.
La sentencia fue revisada y corregida por el Tribunal Supremo, en 2011, que bajó la condena a seis años y medio, y no los diez que le habían impuesto en el anterior juicio. A partir de entonces la defensa de Otegi, Usabiaga, Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto y Miren Zabaleta –que son los detenidos en aquel operativo que permanecen en prisión– presentaron un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para que valore la legalidad de la sentencia. También solicitaron que como medida de gracia se concediera la libertad a sus defendidos, al menos hasta que haya un pronunciamiento firme del órgano colegiado.
El Tribunal Constitucional se inclinó por la postura de la fiscalía, que se negó a la liberación al entender que están condenados por un delito de gran trascendencia social, por ser un delito relacionado con la organización de una banda armada causante de numerosas víctimas y atendiendo también al bien jurídico protegido, que es la paz social
. Un argumento casi idéntico al fijado por la sala del constitucional, que explicó: en relación con la suspensión de las penas privativas de libertad, este tribunal ha venido utilizando como criterio de ponderación prioritario el de gravedad de la pena, aplicando de forma reiterada como directriz inicial la de que la pena se sitúe por encima o por debajo de la frontera de los cinco años de prisión
.
Entre las voces críticas a la resolución del Tribunal Constitucional y con la propia situación penal de Otegi, un hombre que incluso sus acérrimos rivales en el terreno político le reconocen su ascendencia en la declaración de cese definitivo de la violencia por parte de ETA, en octubre de 2011, destacó la del líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara. El máximo dirigente comunista de España afirmó que desde el punto de vista político, cuando ETA está derrotada, cuando no queda nada más que el comunicado final que diga que entregan las armas y después, ya no de la tregua, sino del anuncio que hicieron hace tiempo sobre su disolución, creemos que mantener a Otegi en prisión es un error
.
Desde el País Vasco, el presidente del gobierno, el nacionalista Íñigo Urkullu, afirmó que ninguno de ellos debería estar encarcelado. Mantengo mi línea de coherencia a diferencia de lo que hacen otras personas. Euskadi vive un tiempo nuevo y Otegi y el resto no deberían estar en la cárcel
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Para el Partido Socialista de Euskadi gran parte de la sociedad vasca no entiende en absoluto que Arnaldo Otegi permanezca en prisión
.