Ya se declaró culpable por 10 delitos que implican unos 20 años de cárcel
Fiscales del ejército buscarán imponerle cadena perpetua por filtrar documentos a Wikileaks
Entre los cargos más graves que enfrenta están ayudar al enemigo
y violar la ley de espionaje
papeles del Pentágono, información clasificada sobre la guerra de Vietnam, antier en una manifestación de apoyo al soldado Manning, en el Fuerte MeadeFoto Reuters
Lunes 3 de junio de 2013, p. 25
Nueva York, 2 de junio.
El soldado Bradley Mannning enfrenta una corte marcial, que dará inicio este lunes, por la mayor filtración de documentos oficiales clasificados en la historia de Estados Unidos que fueron difundidos por Wikileaks –incluida evidencia de crímenes de guerra en Irak y Afganistán, operaciones diplomáticas en decenas de países como México, y condiciones de presos en Guantánamo, entre otras cosas– que sacudieron los ámbitos militares y diplomáticos estadunidenses y las relaciones internacionales de la superpotencia.
De entrada, Manning ya aceptó su responsabilidad por la filtración de documentos y se declaró culpable de 10 de los 21 cargos que enfrenta, algo que puede significarle hasta 20 años de cárcel, pero el gobierno de Barack Obama también lo acusa de delitos mucho más graves, como el de ayudar al enemigo
que podrían implicar cadena perpetua para el joven de 25 años.
Este proceso judicial se realizará ante un tribunal militar en el Fuerte Meade, en Maryland, entre estrictas medidas de seguridad. El proceso estará marcado por limitaciones en cuanto a transparencia y en algunos casos habrá testimonios secretos con el argumento de que se abordarán asuntos delicados de seguridad nacional.
La juez, coronel Denise Lind, ya ha indicado que parte del testimonio de 24 testigos podría realizarse a puertas cerradas para evitar la difusión de información clasificada. Se espera que unos 150 testigos se presenten a declarar durante un juicio que se calcula durará unos tres meses.
Los fiscales del ejército buscarán comprobar que Manning es responsable no sólo de filtrar documentos, sino de ayudar al enemigo
, incluida la red Al Qaeda, de violar la Ley de Espionaje y poner en peligro la seguridad nacional. Pero para ello tendrán que probar que Manning sabía que el material que filtró sería visto por Al Qaeda y otros enemigos
de Estados Unidos.
Manning y su abogado defensor David Coombs, intentarán refutar esos cargos. Al reconocer que entregó más de medio millón de documentos militares y otros 250 mil documentos del Departamento de Estado, Manning, en testimonio preliminar al juicio, dijo que su motivación fue, exclusivamente, dar a conocer al público estadunidense lo que hacía su gobierno. “Yo creí que si el público, especialmente el estadunidense, tenía acceso a la información… esto podría detonar un debate doméstico sobre el papel de los militares y nuestra política exterior en general, así como en cuanto a Irak y Afganistán”, afirmó ante este tribunal a finales de febrero. Sentí que era algo que me permitiría tener una conciencia clara
, agregó.
Entre esos documentos estaban los cables diplomáticos que Wikileaks entregó a La Jornada y que revelaron las evaluaciones, reuniones e iniciativas de Washington respecto de México.
Michael Ratner, presidente emérito del Centro de Derechos Constitucionales (Center for Constitutional Rights), y parte del equipo de defensa de Wikileaks y su fundador Julian Assange, declaró que “el juicio de Manning ocurre en el contexto tal vez más represivo para la libre prensa en tiempos recientes. Ya era suficientemente malo que el gobierno de Obama hubiera fiscalizado el doble de whistleblowers (funcionarios o empleados que filtran información de actos que consideraban ilegales y/o inmorales) que el total combinado de todos los gobiernos anteriores”, pero ahora hay evidencia de que espió a periodistas.
Ratner agregó que el juicio de Manning es una mezcla atroz de secretismo, persecución y represión. Ya ha aceptado cargos con penas hasta de 20 años. ¿Qué tipo de gobierno inhumano tenemos que continúa un proceso penal con el objetivo de imponer cadena perpetua a este héroe estadunidense que reveló la criminalidad y venalidad de la maquinaria de guerra y diplomacia de Estados Unidos?... Los que dicen las verdades están pagando un alto costo por enfrentar los secretos de la dominación e imperio estadunidense
.
Este fin de semana se realizaron manifestaciones y foros en defensa de Manning. En las afueras del Fuerte Meade, el sábado se realizó una manifestación de apoyo para el soldado, con más de dos mil participantes, según los organizadores. Entre los oradores se presentó Daniel Ellsberg, famoso por haber filtrado los papeles del Pentágono
, información clasificada sobre la guerra de Vietnam que se publicó en The New York Times y The Washington Post, y que fue de relevancia para el fin de esa guerra.
Ellsberg ha sido un feroz defensor de Manning y otros perseguidos del gobierno de Obama, como antes lo fueron del gobierno de George W. Bush, por filtrar información que revelaba medidas y acciones ilegales del gobierno. Participó, junto con Ratner y otros, en diversos foros este domingo.
Piden su liberación
Entre otros participantes estaban Veteranos por la paz
, que anunciaron que tomarán parte en una vigilia a la entrada del Fuerte Meade durante todo el juicio. Gerry Condon, de esta agrupación, recordó que lo que Manning divulgó a través de Wikileaks fue la matanza rutinaria de civiles por fuerzas estadunidenses en Irak y Afganistán, y el encubrimiento rutinario de estos crímenes de guerra
. También hablaron ahí reconocidas figuras militares retiradas, como la coronel Ann Wright y el teniente Dan Choi, que han tenido un alto perfil durante los últimos años por denunciar las guerras
En la manifestación se escucharon gritos por la liberación del soldado con la consigna: todos somos Bradley Manning
.
El acusado, quien trabajaba como analista de inteligencia en una base militar en Irak, de donde logró bajar
los cientos de miles de documentos diplomáticos y militares con el propósito de entregarlos a los medios estadunidenses, fue arrestado el 29 de mayo de 2010. Durante sus primeros 11 meses de encarcelamiento militar en Estados Unidos estuvo sujeto a condiciones que fueron denunciadas como crueles, inhumanas y degradantes
por Juan Méndez, el relator especial sobre tortura de la Organización de Naciones Unidas.
Para más información ver Wikileaks en La Jornada.
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