La pregunta tomó por sorpresa a Jacobo Zabludovsky: ¿Tiene algo de qué arrepentirse en estos 70 años como periodista? Después de pedir al reportero que se la repitiera en dos ocasiones más, con el argumento de no haberla escuchado, respondió en medio de un singular silencio y la expectación de otros comunicadores que lo rodeaban.

Pues la verdad es que no tengo así un motivo muy grave de arrepentimiento. Quizá algunas cosas las hubiera podido hacer mejor si supiera yo leer el futuro, subrayó.

El comunicador fue entrevistado de forma breve a su llegada a la ceremonia en la que se le reconoció, la noche del miércoles, precisamente, por esas siete décadas de trayectoria profesional ininterrumpida, así como por sus 85 años de vida, cumplidos el pasado 24 de mayo. El reconocimiento fue otorgado por la revista Entérate, la cual así celebró su primer aniversario.

Hay mucho por contar

El acto tuvo lugar en un hotel de Paseo de la Reforma y acudieron el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y Sarita Zabludovsky, esposa del periodista, así como familiares, amigos, colegas, colaboradores y ex colaboradores de éste, entre estos últimos los periodistas Lolita Ayala, Heriberto Murrieta y Mara Patricia Castañeda, quien fungió como maestra de ceremonias.

Acerca de la distinción recibida, Jacobo Zabludovsky resaltó que para él representa una gran satisfacción, sobre todo teniendo el honor de que el jefe de Gobierno (Miguel Ángel Mancera) de la ciudad en donde nací, crecí y donde me van enterrar, esté aquí con nosotros.

Destacó que, en su caso, como en el de los demás periodistas, todavía hay mucho por contar: Por fortuna, mientras haya un poco de memoria tendremos motivos para comunicarnos con lectores, radioescuchas y televidentes.

A pregunta expresa, dijo que la clave para hacer una carrera pulcra y lograr una trayectoria como las suyas consiste en levantarse temprano todos los días, disciplina y tener a alguien que lo apoye y lo ayude, como ocurre con su esposa, Sarita, con la que está por cumplir 60 años de matrimonio.

Apenas el pasado 30 de abril, el también abogado recibió la medalla al mérito cívico Eduardo Neri y Legisladores de 1913, que entrega la Cámara de Diputados a ciudadanos destacados en reconocimiento a su labor de construcción de la democracia en México.

Al respecto, comentó que ese es uno de los más grandes honores que ha recibido y aclaró que todo mundo tiene derecho a mantener su opinión, incluso en contra, en referencia a los legisladores que se opusieron al otorgamiento de la condecoración, pero destacó que durante la ceremonia no vio ninguna cara de fuchi.

Sobre cuál sería el consejo que daría a los jóvenes periodistas, dijo que no dejen la profesión, es la mejor del mundo, y que se preparen porque, cada vez, se tiene más acceso a la fuente de la cultura y necesitamos estar a la altura de nuestro público.

Después de recibir el reconocimiento, consistente en una placa de metal, de manos del presidente del Grupo Editorial Entérate y el director general de la revista del mismo nombre, Enrique Goycoolea y Juan Francisco Castañeda, de forma respectiva, Jacobo Zabludovsky improvisó un breve y emotivo discurso.

Recurrió a una frase de El Quijote de la Mancha: Sancho, no te preocupes, aún hay sol en las bardas, para indicar que todavía le queda largo tiempo y mucho por hacer en el oficio periodístico.

Agradeció a todos los que le han tendido la mano y le han brindado palabras de afecto a lo largo de su carrera. Entre ellos mencionó a los tres Emilios Azcárraga: Vidaurreta, Milmo y Jean, con los que colaboró en Televisa, a la que renunció en 2000 luego de casi 60 años de trabajo, decisión que tomó por propia voluntad, remarcó, y de la cual no se arrepiente.

Pasodobles y tangos

Zabludovsky resaltó que aún no se había repuesto del todo de ese traumatismo que implicó tal renuncia, cuando en grupo Radio Centro le ofrecieron hacerse cargo del noticiario radiofónico, De 1 a 3, al frente del cual lleva más de 12 años y, según contó, hace unos días el propietario de esa compañía, Francisco Aguirre, le propuso extender su contrato hasta que cumpla 100 años de edad.

Le hablé por teléfono a Sarita para contarle esa propuesta y, atinada, como es siempre, sólo me preguntó: ¿y después qué vamos a hacer?, contó en son de broma.

El homenaje a Jacobo Zabludovsky incluyó la proyección de un par de videos: uno, con su semblanza profesional y, el otro, con saludos y felicitaciones de diversos personajes de España, además de música en vivo.

El programa musical incluyó pasodobles y tangos, sus géneros predilectos.