Detrás de la ley migratoria que se negocia actualmente en el Congreso de Estados Unidos subyace el interés de aquel país por militarizar la frontera a efecto de contener el flujo de migrantes indocumentados y elegir exclusivamente a aquellos cuya capacidad académica y laboral represente un beneficio para la economía estadunidense, convinieron Javier Guerrero, Antonio González y Juan Manuel Sandoval.

Al participar en la serie de conferencias que tienen lugar en la Casa Lamm sobre el tema de la ley migratoria, Javier Guerrero enfatizó que es poco alentador que el primer paso para esta reforma no sea la regularización plena de los migrantes en general, y de los mexicanos en particular, sino el de robustecer los controles fronterizos. Bajo estos términos es utópico pensar en que habrá un flujo menor de trabajadores sin documentos, además de que se prevé un largo camino para su regularización migratoria. La migración no va a cesar, pero va a ser más selectiva, se buscará mano de obra más calificada para generar más plusvalía a las empresas estadunidenses, destacó el especialista.

Agregó que no se entiende cómo es que el gobierno de México no ha planteado este debate en función de acuerdos bilaterales, toda vez que se trata de un tema que afecta a ambos países, razón por la cual la actual administración debiera incidir de manera clara en las negociaciones.

A su vez Juan Manuel Sandoval reiteró, en consonancia con Javier Guerrero y Antonio González, que dicha reforma migratoria que es apoyada por demócratas y republicanos pretende justificar el reforzamiento de la frontera con la idea de frenar no sólo la migración sino el narcotráfico y el terrorismo, algo que, dijo, deriva de la actitud histórica que los gobiernos estadunidenses tienen sobre los trabajadores que migran a aquel país en busca de mejores oportunidades, sin reconocer que buena parte de la riqueza de Estados Unidos deriva de esa mano de obra.

Consideró que los cuatro pilares sobre los que descansa la propuesta legislativa es evidencia de que no se logra entender en toda su dimensión el tema migratorio. Particularmente por el hecho de que los futuros trabajadores que lleguen a Estados Unidos deberán cumplir con los lineamientos que ha planteado para prácticamente todo el mundo el Banco Mundial, es decir, que contribuyen a generar más riqueza, por lo que la eventual reforma subraya la manera de detener el flujo de trabajadores no autorizados y afianzar la contratación temporal.

Por eso destaca la necesidad de tener un mayor control entre las empresas que habitualmente contratan a migrantes no autorizados, lo que les ha traído grandes beneficios económicos, y reafirmar el sistema legal de migración, además –insistió– de fortalecer la seguridad en la frontera.