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Presentó en la capital española su libro más reciente, publicado por Seix Barral

Chema fue un hombre lleno de vitalidad con un entendimiento privilegiado: Mastretta

En La emoción de las cosas refleja lo que dejamos en los otros y lo que éstos ven en nosotros

Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 28 de mayo de 2013, p. 7

Madrid, 27 de mayo.

La escritora Ángeles Mastretta se sumerge en los recuerdos de infancia, en la memoria familiar y en el dolor por la muerte de un ser querido para escribir La emoción de las cosas (Seix Barral), su libro más reciente, que nació con vocación de novela, pero devino recopilación de fábulas.

Somos lo que dejamos en los otros. Y lo que los otros ven en nosotros, explicó en la presentación en Madrid de su libro, que en México se publicó a finales de 2012. Pero en pleno viaje se enteró de la muerte del escritor y filósofo José María Pérez Gay (1943-2013), su amigo, a quien definió como un hombre lleno de vitalidad y con un entendimiento y memoria privilegiados.

La historia familiar de la autora es un sinfín de curiosidades, anécdotas y hechos que ella decidió sacarlos a la luz mediante 89 narraciones cortas, que ella definió como fábulas.

“En realidad –prosiguió Mastretta– lo que hice al escribir el libro fue estar contenta. No sufría. Iba elaborando, con buenos y malos momentos. Cuando empecé a escribirlo estaba muy triste, porque mi madre acababa de morir. Y el primer texto sí está lleno de dolor, pero cuando sacas un dolor así al final te consuelas, te alivias. Más que sufrirlo cuando lo escribí, lo sufrí antes y lo que hacía era contar ese dolor y al contarlo exorcizarlo. Al final este libro es un exorcismo dedicado a mis hermanos y a mí. Fue un descanso”.

Reconoció que en La emoción de las cosas también hay un homenaje a dos autoras que son referencia en su obra y en su vida: Jane Austen e Isak Dinesen. Son escritoras por las que tengo reverencia y me gusta rendirles pleitesía. De hecho este libro es de mi familia y ellas forman parte de la misma, porque me acompañan para hablar de la esperanza, de la vida cotidiana y del dolor. Por ejemplo, Austen, quien según algunos de su tiempo escribió de cosas menores, ahora se ha entendido que hablaba de cosas cruciales que nos mueven a estar vivos.

Respecto de que se defina a sus libros como literatura femenina, como ella señaló, Mastretta explicó que lo femenino no es menos ni más. Que me digan que ese libro está muy femenino no me parece ni un desprestigio ni una mala descripción ni un desprecio. Es una descripción y la agradezco como tal. Quien califica o pone el dejo peyorativo es el que tiene el prejuicio. Yo escribo desde el cuerpo de una mujer y quiero que me lean los hombres.

Pena por el deceso del amigo

Ángeles Mastretta quiso enviar unas palabras de aliento a la comunidad intelectual en México por la muerte de José María Pérez Gay: “Chema era muy amigo nuestro. Amigo de la infancia de Héctor, mi cónyuge, y de la adolescencia, de la juventud, de la literatura y de los intereses comunes. Era un hombre lleno de una vitalidad bárbara. Capaz de una memoria y de un entendimiento privilegiados, además de ser capaz de generar y convocar grandes cariños. En torno a él hay muchos afectos. Yo tengo particular pasión por su mujer Lilia, quien a su vez es una mujer apasionada del mundo.

“Así que he tenido una pena muy grande. Seguir adelante con este trabajo de la promoción de mi libro en España es como decirle a Chema que aquí ando, en lo mismo que él”.