annes 26 de mayo. Si bien el Palmarés en esta ocasión sí coincidió con las preferencias de la crítica en cuanto a los premios principales –la francesa La vie d’Adèle y la estadunidense Inside Llewyn Davis obtuvieron, respectivamente, la Palma de Oro y el Grand Prix– otras instancias fueron gratamente sorprendentes. Sobresale, desde luego, el premio a mejor director para el mexicano Amat Escalante, por su maduro trabajo en Heli, una de las más controvertidas de la competencia (la crítica internacional no le concedió mucho puntaje, asustada por la violencia de la película).
Cabe recordar que es el segundo año consecutivo que el cine mexicano obtiene ese premio. En 2012; Carlos Reygadas obtuvo el mismo por su Post tenebras lux. (Por mucho que se discuta su difusión en su propio país, no cabe duda que, en el extranjero, el cine mexicano cuenta con muy buen promedio de bateo: la coproducción hispano-mexicana La jaula de oro, de Diego Quemada-Diez, exhibida en Una Cierta Mirada, ganó ayer el premio a sus jóvenes intérpretes (Prix Un Certain Talent) y también se llevó el premio Gillo Pontecorvo.)
Otras sorpresas fueron los premios de actuación concedidos a la actriz francesa (de origen argentino) Bérénice Bejo por Le passé, del iraní Asghar Farhadi, y al veterano actor de carácter Bruce Dern por Nebraska, del estadunidense Alexander Payne. Ambos trabajos solventes que, de alguna manera, volaron por debajo del radar de los pronósticos.
En cambio, hubo suficiente buena voluntad entre la crítica hacia las asiáticas Tian zhu ding, del chino Jia Zhang-ke, y Soshite chichi ni naru, de Hirokazu Kore-eda para predecir que algo se llevarían. La primera fue merecedora del premio al mejor guion, mientras la segunda obtuvo el Premio del Jurado. (Por cierto, que la película de Singapur Ilo Ilo, de Anthony Chen, presentada en la Quincena de Realizadores, ganó la Cámara de Oro; o sea, fue nombrada la mejor opera prima de todo el festival).
Es evidente que el jurado presidido por Steven Spielberg e integrado por los directores Naomi Kawase, Ang Lee, Cristian Mungiu y Lynne Ramsay, los actores Daniel Auteuil, Vidya Balan, Nicole Kidman y Christoph Waltz, fue particularmente acertado en sus deliberaciones. Hace tiempo que un jurado no cometía lo que uno calificaría como disparates. En este caso, todos los premios pueden considerarse justos.
El que la Palma de Oro se hubiera otorgado a la francesa La vie d’Adele-Chapitre 1 & 2, una película de tres horas sobre el despertar amoroso lésbico de una adolescente, especificando que el premio era para el director, Abdellatif Kechiche y sus dos actrices, Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, habla de la atención que el jurado puso sobre los principales valores de la cinta. Y por consenso se había determinado que Inside Llewyn Davis, de los hermanos Ethan y Joel Coen, era la segunda película más meritoria de la competencia.
Si alguien todavía está prestando atención, la Palma de Oro al mejor cortometraje fue para Safe, del sudcoreano Moon Byoung-gon.
Twitter: @walyder