Ciudad Juárez, 26 de mayo.

Con la presencia de alrededor de 120 mil juarenses, en las inmediaciones del río Bravo, se develó el Monumento a la Mexicanidad la noche del viernes. La escultura consta de una monumental X metálica que fue elaborada por el artista Sebastián.

El acto fue amenizado por un concierto en el que la orquesta de El Paso, Texas, tocó bajo la batuta de Alondra de la Parra y en el que participaron Natalia Lafourcade, Ely Guerra y Denise Gutiérrez.

La sorpresa de la noche fue Juan Gabriel, el Divo de Juárez, para deleite de los miles de asistentes, que al vaivén de las cervezas y el vino lo vitorearon.

Antes de las intervenciones musicales, el gobernador César Duarte Jáquez, acompañado de diversas autoridades municipales, develó el Monumento a la Mexicanidad, el cual tuvo un costo estimado de 110 millones de pesos del erario.

Está localizado al norte de la ciudad, en los límites con Estados Unidos; fue diseñado por Enrique Carbajal, conocido como Sebastián.

El gobernador César Duarte Jáquez dijo que esta obra no sólo debe de ser un referente a la grandeza de Juárez, sino convertirse en icono.

Destacó las bondades de esta frontera, que siempre ha abierto la puerta a la personas que buscan superarse. Sostuvo: Esta tierra nunca más debe de significarse violencia, dolor, tristeza. Esta tierra es alegría, colorido; esta tierra aporta a la patria, al mundo y a las generaciones mayor y mejor esperanza de vida.

Abuchean al edil

El edil juarense, Héctor Murguía Lardizábal, dijo que la obra es símbolo de trabajo, tenacidad y perseverancia, pero también representa la hermandad de los pueblos, la integración de las causas más sublimes del ser humano y la unidad de propósitos.

Luego, el alcalde subió a tribuna y tomó el micrófono para presentar a Juan Gabriel, pero los miles de asistentes, que ya habían consumido licor y cerveza que se vendió en grandes cantidades, lo abuchearon, le chiflaron, le gritaron, le recordaron a familiares e hicieron que dejara el estrado todo desconcertado.

Ante eso, el gobernador tomó el micrófono y anunció al cantante, lo que provocó el alarido de las multitudes que se pusieron de pie para cantar al ídolo de Juárez, al cantautor que se hizo en esa localizad, que comenzó su historia en el bar Noa Noa.

Juan Gabriel intentó cantar con la orquesta, pero al no acoplarse empezó a cantar a cappella, ante una multitud que lo ovacionó. La gente siguió bebiendo cerveza para contrarrestar el calor.

Posteriormente, Juan Gabriel dio un paseo por los antros de Juárez en compañía del gobernador César Duarte Jáquez y del alcalde Héctor Murguía.

En uno de los antros más populares de Juárez, los visitantes causaron revuelo: todos querían captarlos con sus cámaras, otros intentaban sin éxito tomarse una foto con el Divo de Juárez, quien iba resguardado por agentes.

Tras permanecer por lo menos una hora en el sitio, los visitantes se retiraron a un restaurante de comida china muy popular en Ciudad Juárez.