El aumento de la conflictividad social en el país está directamente relacionado con la puesta en marcha de los diversos tratados de libre comercio (TLC) que ha firmado México, pues la devastación económica y ambiental que ellos producen quita a la gente sus medios de subsistencia tradicional y la arrojan a las actividades criminales y la economía informal, señalaron académicos universitarios.

México es el país que más TLC ha firmado en todo el mun­do: 12, que involucran a 43 naciones. Ningún país ha abierto tanto su economía, pero lo que eso ha causado es la destrucción de la industria y el campo y la privatización de los servicios públicos, señaló en entrevista con La Jornada Octavio Rosas Landa, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Entre las condiciones previas para firmar un tratado de esta naturaleza, explicó el también integrante del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), están desregular la protección del ambiente y los derechos laborales, además de facilitar la inversión extranjera en megaproyectos de presas, carreteras y minas.

Ejemplo de cómo el libre comercio afecta la cotidianidad de las personas en aspectos que a primera vista no tienen ninguna relación con las decisiones macroeconómicas, subrayó Rosas Landa, son los accidentes como el ocurrido el 7 de mayo en San Pedro Xalostoc, cuyo saldo de muertes suma ya 27 personas.

Como se ha desmantelado buena parte del campo y la industria, la mayor parte de los bienes de consumo deben importarse y llegan por carretera. Desde que se firmó el TLC con Estados Unidos y Canadá, el tránsito vehicular en las autopistas aumentó 200 por ciento, indicó.

Violencia generalizada

Raymundo Espinoza, académico de la UNAM y miembro del TPP, aseveró por su parte que la aplicación de TLC requiere que el Estado mexicano lleve a cabo un ciclo de desviación del poder, en el cual primero se afectan las condiciones básicas de subsistencia de la población, y después se criminalizan y reprimen las manifestaciones de descontento que ello genera.

Hay una relación muy importante entre el libre comercio y la violencia generalizada y sistemática que encontramos en el país con intensidades distintas. Además de los muertos y desaparecidos, la precarización del empleo, la migración forzada y los transgénicos también son formas de violencia. De lo que estamos hablando es de un crimen de lesa humanidad, destacó.