Domingo 26 de mayo de 2013, p. 23
París, 25 de mayo.
Michel Crozier, padre de la sociología de las organizaciones en Francia en los años 60, falleció el viernes a los 90 años, anunció hoy la revista Ciencias Humanas en su página de Internet.
Crozier, considerado reformista
, lamentaba la influencia que alcanzaron Pierre Bourdieu y otros sociólogos contestatarios
con el público y la prensa.
Michel Crozier nació en la región de Marne (este de París) en 1922. Se graduó en una escuela de comercio y se diplomó en derecho. Luego comenzó a estudiar el funcionamiento de la burocracia y los engranajes de las organizaciones (sindicatos, administraciones, empresas privadas, etcétera), a los que dedicó numerosos libros.
En 1964, dos años después de fundar en el Centro Nacional de Investigación Científica el Centro de Sociología de las Organizaciones (CSO, que aún existe), Crozier publicó El fenómeno burocrático, en el que descifra las relaciones de poder y otros mecanismos en dos organismos públicos franceses, la Agencia parisina de cheques postales y Seita, empresa pública que controlaba el cultivo, la fabricación y venta del tabaco en Francia.
Otras obras
En 1971 publicó La sociedad bloqueada, en el cual exploró los orígenes de la crisis de mayo de 1968, que relacionaba la rigidez no tanto de la sociedad francesa, sino más bien del Estado y su sistema burocrático.
Este análisis lo continuó en No se cambia una sociedad por decreto, publicado en 1979.
Pero su libro más conocido a escala internacional fue El actor y el sistema, coescrito con Erhard Friedberg. Crozier da una base teórica a sus primeros análisis de las relaciones entre las organizaciones y los individuos que las componen, y las estrategias de decisión que se desprenden.
Esta obra, clásica de la sociología, es la fundadora del Análisis estratégico, al que quedó para siempre asociado el nombre de Michel Crozier.
El sociólogo continuó luego con su crítica al conservadurismo y al inmovilismo de la administración francesa con Estado moderno, Estado modesto (1986) y La crisis de la inteligencia (1995), en los cuales denuncia el rol de la tecnocracia de las élites.
En 2000, Crozier se dedicó a escribir sus memorias (Mi bella época, publicado en 2002, y A contracorriente, de 2004), en las cuales evocaba su trayectoria profesional, hasta su ingreso a la Academia de Ciencias Morales.