Domingo 19 de mayo de 2013, p. 24
Moscú, 18 de mayo.
Los servicios secretos rusos decidieron poner en ridículo a la CIA (siglas en inglés de la Agencia Central de Inteligencia) al difundir imágenes de video y fotografías de la detención in fraganti del agente Ryan Christopher Fogle, por la forma tan burda y cínica
con que pretendía reclutar a un alto funcionario del FSB (seguridad interna) de Rusia.
De seguir los procedimientos habituales hubiera bastado con declarar a Fogle persona non grata, pero en esta ocasión la CIA rebasó todos los límites.
Esta es la explicación extraoficial que dio el FSB a través de la agencia noticiosa Interfax, cercana al Kremlin, que cita las declaraciones de un vocero no identificado del servicio secreto ruso.
Según éste, en octubre de 2011 el FSB advirtió al jefe de estación de la CIA en Moscú, Steven Hall, que en caso de continuar las acciones provocadoras de reclutamiento de agentes de los servicios secretos se daría una respuesta simétrica y contundente
.
Sin embargo, en diciembre de 2012 el agente de la CIA Benjamin Dillon, con cobertura de tercer secretario de la sección económica de la embajada de Estados Unidos en Moscú, fue detenido cuando intentó reclutar a un funcionario ruso
, agregó el vocero.
Persona non grata
Sin hacerlo público, la cancillería rusa declaró a Dillon persona non grata y tuvo que abandonar el territorio de este país el 15 de enero de 2013.
Por lo que ha trascendido, Fogle –identificado como agente de la CIA desde antes de que llegara a Moscú en abril de 2011– fracasó en su intento por reclutar al jefe del departamento de lucha contra el terrorismo en el Cáucaso del Norte del FSB, una de las personas con mayor conocimiento acerca de los grupos islamitas radicales en esa zona, Medio Oriente y Asia central.
Es de suponer que la CIA contactó al funcionario, después de que el gobierno de EU solicitara a su contraparte rusa información sobre el pasado de los hermanos Tsarnaev en Daguestán antes de emigrar a Boston, donde en abril cometieron el atentado con explosivos.
El propio funcionario del FSB proporcionó un número de celular, al cual llamó Fogle la víspera para citarlo la noche del día siguiente en un parque de Moscú, con la idea de apenas cruzarse con él y entregarle un importante estímulo
en billetes de 500 euros y un escrito no cifrado con la propuesta formal de colaborar, hecho ciertamente poco usual para cualquier servicio de espionaje.