Se declara contingencia cuando ya se rebasaron límites de la OMS
Jueves 16 de mayo de 2013, p. 43
Las autoridades deben definir medidas más estrictas para mejorar la calidad del aire y evitar daños a la salud de la población en las ciudades de México, Monterrey, León, Guadalajara, Ciudad Juárez y Puebla, señalaron organizaciones ambientalistas.
En un comunicado precisaron que deben crearse apoyos desde el gobierno federal para mejorar los programas de monitoreo; fortalecer la investigación científica aplicada que analice las relaciones entre calidad de aire e impactos a la salud, y desarrollar mecanismos de comunicación accesibles para generar percepción del riesgo en la población.
Las organizaciones Bicired-Bicitekas, el Poder del Consumidor, Fundación Tláloc, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) señalaron que es indispensable que los límites para declarar precontingencia y contingencia se vuelvan más estrictos, ya que en el valle de México se anuncia la primera cuando ya se rebasaron en 106 por ciento los límites por ozono que marca la Federación –los cuales aún son laxos–, y en 230 por ciento los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de partículas menores a 10 micras (PM10), es excedido en 83 y 340 por ciento, respectivamente.
Además, consideraron que es preocupante que en estas fases de emergencia no estén consideradas las partículas menores a 2.5 micras (PM2.5), que son uno de los contaminantes que más dañan la salud de la población al pasar directamente a sus pulmones.
Agregaron que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública, si en el valle de México se redujeran las concentraciones de PM10 a los niveles que recomienda la OMS se evitarían mil 863 muertes al año por enfermedades asociadas a ese contaminante.
No obstante, reconocieron las acciones realizadas en la ciudad de México para mejorar el monitoreo de contaminantes, pero existe un reto mayor para la elaboración de políticas públicas más estrictas que lleven a reducir los parámetros de contaminantes, el impacto en la salud y el ambiente, así como la disminución de los costos generados por las enfermedades relacionadas a la contaminación atmosférica, advirtieron.