Jueves 16 de mayo de 2013, p. 26
Londres. El primer ministro británico, David Cameron, sufrió ayer un golpe en el Parlamento, cuando un tercio de los legisladores de su partido votó en su contra, en protesta por su postura sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, al no incluir un referendo al respecto en la agenda legislativa. Aunque la revuelta no prosperó, podría minar el liderazgo de Cameron, ya que decenas de los legisladores conservadores tomaron la muy inusual decisión de votar contra los planes legislativos de su gobierno, una semana después de que fueron presentados al Parlamento. La líder laborista Harriet Harman dijo anteriormente que Cameron se estaba convirtiendo en el hazmerreír
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