La Paz, 14 de mayo.

Un exacerbado clima de tensión en el noveno día de huelga general en Bolivia impedía este martes la instalación de una negociación entre el gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB), dijeron fuentes de ambos sectores.

Aunque reunidos, delegaciones del gobierno y los sindicatos debatían todavía la necesidad de apaciguar el país para debatir el pedido de fondo: una mejora sustancial en las rentas de jubilaciones.

Maestros urbanos y rurales del área fiscal, junto a mineros y fabriles cortaron carreteras de La Paz y del interior del país y comienzan a realizar mitines y manifestaciones en las ciudades.

Dos de las tres carreteras que conducen al aeropuerto de El Alto, que sirve a La Paz, estaban bloqueadas por manifestantes que detonan fulminantes de dinamita, cuyo uso está prohibido por ley, a su paso hacia el centro de la sede de gobierno, donde tienen previsto hacer un mitin.

Inusualmente los maestros urbanos y rurales cortaron las vías hacia la residencial zona sur y a su paso manifestaron ante la residencia del presidente Evo Morales.

Si no levantan las medidas, no creo que sea posible restablecer el diálogo, advirtió ante el estado de situación el ministro del Trabajo, Daniel Santalla.

Es inútil que el gobierno siga insistiendo en dialogar sin medidas de presión porque sólo busca desmovilizar a los trabajadores, replicó de su lado la radical dirigente de los maestros urbanos de La Paz, Wilma Plata, que también lidera el partido trotskista boliviano.

Una reunión de la COB resolvió la noche del lunes masificar y radicalizar las medidas de presión (...) al no haber resultados en el diálogo y no existir voluntad política del gobierno en solucionar el conflicto laboral.

Vamos a asistir a la reunión (de diálogo) pero no podemos dejar de movilizarnos porque lo único que el ministro quiere es desmovilizar a la COB, indicó el dirigente Juan José Guzmán.

Los cortes de carretera no han afectado las vías hacia países vecinos como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú, según reportes oficiales. Los servicios financieros y de comercio también funcionan regularmente, aunque las labores escolares están parcialmente suspendidas.

La COB demanda una renta de jubilación equivalente al ciento por ciento del salario para los mineros y porcentajes menores para otros sectores laborales. La oferta del gobierno apunta a una cobertura que oscila entre 60 y 80 por ciento, aduciendo que un porcentaje superior pondría en riesgo el sistema de jubilación.

En el plano externo, el presidente Morales acusó hoy a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano principal y autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), de ir contra intereses de los gobiernos antiimperialistas, en alusión a aquellos opositores a las políticas de Estados Unidos.

Morales denunció también el encubrimiento a la violación de los derechos humanos en países no signatarios del Pacto de San José, como Estados Unidos, al inaugurar la II Conferencia de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos que convocó a cancilleres de América en Tiquipaya, Cochabamba, en el centro de Bolivia.

El mandatario de izquierda cuestionó a la CIDH por no pronunciarse sobre las torturas y detenciones indebidas perpetradas por funcionarios del gobierno estadounidense en Guantánamo, los sistemáticos abusos policiales contra los inmigrantes, sus graves actos de racismo y discriminación y su intervención de países soberanos.

En mi gestión nos hemos planteado refundar la OEA y creo que es importante hacer una profunda transformación si queremos tener una institución, no como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que de verdad haga respetar los derechos humanos, afirmó.

De igual forma exigió que esta instancia deje de actuar políticamente y en el caso que sea necesario procesar a los gobiernos que violan los derechos humanos, pero con argumentos jurídicos y no solamente por ser antiimperialistas.

Según Morales, con su democratización la CIDH dejaría de parcializarse respecto a los empresarios de los medios de comunicación y valoraría la libertad de prensa, más que los negocios de los empresarios, al tiempo que terminaría con la censura de los empresarios sobre sus trabajadores.