Menor de ocho años recibió trasplante de corazón en hospital del Seguro Social
Realiza el IMSS la mayoría de las cirugías sustitutivas en el país; hay 12 mil pacientes en lista de espera
Viernes 10 de mayo de 2013, p. 42
La donación de órganos en México es difícil, todavía insuficiente, pero más si la persona que requiere algún órgano es un niño, como Sebastián, de ocho años, a quien le hicieron un trasplante de corazón –de una niña de cinco– y hoy tiene una nueva esperanza de vida.
El procedimiento, una nueva hazaña del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se realizó en el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, donde desde 1997 no se realizaba una cirugía de este tipo en pacientes pediátricos.
Ayer, Alfonso Yamamoto, coordinador de la División de Trasplantes del instituto, resaltó que cirugías como esta, y otras mil 400 en niños y adultos, que se realizan al año en 26 nosocomios del IMSS, son posibles por los recursos físicos y humanos disponibles, y principalmente por el trabajo de los coordinadores de donación de órganos.
Esta es una categoría de reciente creación en el Seguro Social que ya da resultados. El trabajo de 30 coordinadores explica que en seis años la cifra de órganos obtenidos en donación haya aumentado en más del doble. La tasa pasó de 2.1 donaciones por millón de derechohabientes en 2007, a 5.1 por millón en 2013.
La meta del IMSS, explicó Yamamoto, es llegar a una tasa de 12 donaciones por millón de derechohabientes y, por lo pronto, en los siguientes dos años, elevar el indicador a ocho.
Para ello se requiere contratar por lo menos a otros 40 a 50 coordinadores de donación. Con el programa de donación y trasplante de órganos, el IMSS se mantiene a la vanguardia a escala nacional, apuntó el especialista. Y es que, la mayoría de los más de 12 mil enfermos que requieren de una cirugía sustitutiva en el país son derechohabientes del organismo.
Sebastián es un ejemplo tangible de lo que se puede lograr con la estrategia. Nació con un bloqueo aurículo-ventricular. Su corazón ni sabía latir, explicó Jaime Zaldívar, director del Hospital General La Raza.
Por eso, muy pronto el niño requirió un marcapasos y varias cirugías posteriores para tratar de ayudar a que su corazón funcionara. Sin embargo, no fue suficiente, porque el órgano creció más de lo normal, y eso hacía que Sebastián no pudiera dar 10 pasos sin sentir que se asfixiaba.
Su última opción era el trasplante cardiaco y lo obtuvo por la familia de una pequeña de cinco años con muerte cerebral, que atendió la petición de un coordinador de donación de órganos del Seguro Social.
Hoy Sebastián ya lleva una vida normal y puede aspirar a llegar a la edad adulta; pero no es el único que necesita de un trasplante. Entre 10 y 20 por ciento de los enfermos inscritos en la base nacional de datos a cargo del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) tiene menos de 15 años de edad, señaló Yamamoto.
El doctor Zaldívar subrayó que los niños necesitan órganos de otros niños, pero en la actualidad menos de 3 por ciento de las donaciones son de personas fallecidas dentro de ese rango de edad. Sólo en La Raza hay un paciente de 12 años que también está a la espera de un corazón, y 19 –todos menores de 15 años– que requieren de un hígado.
Yamamoto también comentó que el IMSS tiene licencia de procuración de órganos en 55 de sus hospitales y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios autorizó recientemente otras 23 licencias para nosocomios de segundo nivel que cuentan con infraestructura clínica para realizar los diagnósticos de muerte encefálica, área de terapia intensiva y personal entrenado en la procuración de los tejidos.
En cuanto a los hospitales autorizados para la realización de estas operaciones quirúrgicas, el experto comentó que son 13 unidades médicas de alta especialidad y 13 hospitales de segundo nivel, en los que se practican poco más de mil 400 cirugías al año. La meta del programa de trasplantes es llegar a mil 800, indicó.