Además de las vallas que rodean el Zócalo capitalino con motivo de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la Plaza de la Constitución amaneció tapiada con dos filas más: una de popotillos y otra antimotines, hecho que provocó que el jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera, solicitara que quitaran la segunda, por considerar que era innecesaria.

Lo anterior trascendió pasadas las 13 horas, cuando personal del Estado Mayor Presidencial comenzó a retirar las vallas metálicas.

La presencia del mandatario estadunidense no sólo afectó la vialidad en el Zócalo capitalino, sino también la de las avenidas por las que pasó su comitiva, ya que fueron cerradas por elementos de la secretaría de tránsito de la policía capitalina.

Los habitantes de la ciudad de México sólo pudieron observar el paso de la comitiva desde algunos puentes, como en Viaducto Miguel Alemán; en tanto, los automovilistas quedaron encapsulados por los cierres realizados en calles circundantes.

En el centro de la ciudad, desde la noche del miércoles se comenzaron a instalar vallas sobre las avenidas 20 de Noviembre y Pino Suárez, al sur de la Plaza de la Constitución, hasta la calle República de El Salvador, y al norte sobre 5 de Mayo.

Para entrar al Zócalo, los trabajadores del GDF y las personas que acudieron a esas oficinas debían mostrar una identificación en los retenes ubicados en Venustiano Carranza esquina con 20 de Noviembre y con José María Pino Suárez.

Además, antes de las nueve de la mañana se suspendió el servicio en la estación Zócalo del Metro y los accesos fueron cerrados.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal, en el operativo aplicado con motivo de la visita del presidente de Estados Unidos participan mil 500 elementos en diferentes zonas de la ciudad.

Interrogado al respecto en el Agrupamiento de la Policía Montada, en Iztapalapa, tras la firma de un convenio de colaboración para la apertura del primer Centro de Rehabilitación de Equinoterapia del GDF, el secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, aclaró que la seguridad primaria está reservada para las autoridades federales.

Comentó que desde hace varios días se empezó a trabajar de manera coordinada con el Estado Mayor Presidencial y con las autoridades federales. Nosotros vamos a estar en diversos puntos y algunos elementos del cuerpo de motocicletas estarán trabajando en el tema. Y vamos a estar hoy (ayer), mañana y hasta el sábado pendientes de que todo salga bien hecho.

En tanto, el gobierno federal desplegó 2 mil 500 elementos del Estado Mayor Presidencial, e igual número de agentes de la Policía Federal (PF) para resguardar la seguridad del presidente Barack Obama.

Funcionarios federales informaron que en los operativos –aplicados en el aeropuerto, el Zócalo capitalino, Polanco, el Museo de Antropología y Los Pinos– participaron también unos mil agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos.

En Polanco, la PF desplegó unidades móviles de rayos equis y gamma para prevenir incidentes en la zona donde se hospeda el mandatario estadunidense.