Buenos Aires, 29 de abril.

El legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Alejando Bodart presentó una denuncia penal contra el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, por las lesiones sufridas cuando intentaba calmar la brutal represión de la Policía Metropolitana dentro del Hospital Neurosiquiátrico el pasado 26 de abril, que dejó 50 heridos entre ellos 18 pacientes siquiátricos.

Bodart, del Movimiento Socialista de los Trajadores (MST) en el bloque de Proyecto Sur, junto con otros legisladores de la oposición - arios de ellos también golpeados- piden el juicio político contra Macri.

La denuncia penal se extiende a los ministros de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro; de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, y el jefe y subjefe de la Policía Metropolitana, Horacio Giménez y Enrique Pedace, todos del gobierno capitalino.

Se les acusa de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, daños y lesiones.

Advirtió el legislador que Macri creó una fuerza represiva no para cuidar a los vecinos, sino para actuar como fuerza de choque, para proteger, en este caso un negocio inmobiliario, y recordó que debió ser hospitalizado por la lesiones recibidas en el mismo lugar destinado a rehabilitación de pacientes. También pudo mostrar las señales de golpes en su cuerpo y dijo tener una filmación de cómo le apuntaron con armas y le dispararon una bala de no se de qué, que le pasó muy cerca de la cabeza, lo que también lo sucedió a otras personas en el lugar entre ellos pacientes, periodistas y algunos que pasaban por allí.

Asimismo los trabajadores del hospital presentarán una demanda y señalaron que han tenido que contener a los pacientes, mucho de los cuáles quedaron aterrorizados y otros con agravamiento de su situación siquiátrica.

Nadie puede olvidar que esta represión brutal se dio dentro de un hospital y podría haber habido muertos, dijo el legislador, que narró que ante lo que veían en televisión fue rápidamente al hospital con otros legisladores para trata de calmar la situación y que nunca imaginó que ellos también iban a ser salvajemente golpeados y reprimidos a balazos.

Durante dos horas la policía reprimió con la misma violencia. Ellos querían dar la señal de que iban a hacer cualquier cosa, que eran impunes, que podían golpear a cualquiera, dijo.

Pero lo que está causando mayor indignación en los sectores gremiales y sindicales y en los movimientos sociales que se preparan para una marcha ante la municipalidad porteña mañana, son las respuestas de Macri y sus funcionarios.

Los funcionarios van a tener que responder; tienen que ir a la Legislatura los funcionarios a los que aún les falta ir, tienen que responder en la Justicia y, también, creo que tienen que juzgarse las responsabilidades políticas, dijo Bodart.

Se destaca que el operativo policial fue ilegal porque había una prohibición judicial que impedía demoler el edificio.

El plan de demoler el taller protegido fue frenado por la justicia y el gobierno de la ciudad decidió avanzar, incluso pasando por encima de la justicia y de esta manera entraron a un taller de rehabilitación de los pacientes, con panadería, ferretería y carpintería, entre otros oficios, dijo Bodart.

Esta tarde el gobierno de Macri contraatacó, diciendo que va a identificar a todos aquellos que agredieron a la Policía (Metropolitana), provocando supuestamente la reacción de estos.

Si hubiese sido una represión indiscriminada, no habría policías afectados, señaló la vicejefa de gobierno María Eugenia Vidal, quien recordó que todos los operativos de la fuerza de seguridad porteña son grabados y señaló que los agresores serán denunciados a la justicia.

Vamos a identificar a todos aquellos que agredieron a la policía y estaban armados y con palos, y los vamos a denunciar a la justicia. Si no, acá es la ley de la selva, afirmó y mencionó que se revisarán los excesos policiales.

Pero no hizo referencia a cómo disparaban directamente a la cabeza, al cuerpo. Están filmados. Hay dos pacientes que tienen una cantidad de disparos en la espalda, y periodistas y legisladores. No hay justificación alguna. No hay que olvidar que ésta es una policía preventiva a la que se quiso armar con pistolas Tasser que disparan descargas eléctricas, que han matado a mucha gente en e Estados Unidos y que gracias a que el pueblo se lo impidió no pudo comprar Macri, dijeron los legisladores, que también denunciaron que tienen pruebas de que hubo disparos de balas de plomo.

Por su parte, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en el sector que encabeza, Hugo Yasky anunció que se sumará a la medida de fuerza que convocó para mañana la Asociación de Trabajadores del Estado en esta capital. Docentes cesarán tareas con las escuelas abiertas y no cerradas como ha intentado Macri y los trabajadores del metro permitirán que pasen gratuitamente todos los pasajeros en un horario determinado.

A las 11 se movilizarán estos sindicatos y otros, así como movimientos sociales ante la Municipalidad. También se realizarán otras medidas de fuerzas.

Se unen a esta marcha los trabajadores y profesionales del Hospital Borda.

Debe iniciársele juicio político al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, sostuvo por su parte el secretario adjunto nacional de la CTA, Marcelo Frondizi.

Entre los trabajadores de prensa causó estupor que el ministro Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro declarara hoy que los periodistas no están acostumbrados a que la policía actúe, al justificar el ataque contra fotógrafos y camarógrafos.

Los sindicatos de prensa han reaccionado y hay severas respuestas a las declaraciones del ministro de Justicia y Seguridad porteño, quien dijo que hubo una agresión indiscriminada hacia el orden y responsabilizó a los trabajadores de prensa que recibieron disparos porque se ubicaron por delante de donde se producían los incidentes.

Por su parte el fotógrafo de Clarín José Pepe Mateos salió al frente de esta insólita acusación y relató que él fue detenido no en la barrera policial sino 50 metros más atrás, cuando intentaba tomar una foto del taller demolido.

También Montenegro volvió a insistir en que la policía tuvo de que defenderse.

Los periodistas que además resultaron heridos con balas de goma son Alberto Samudio y Sebastián Vázquez, de Telefé; Carlos Torres, camarógrafo de Canal 13; Soledad Larghi, cronista de América; Mario Gavilán, de C5N; Fabián Alasi, de Crónica TV; una cronista de CN23 y otra de Canal 26. Fueron golpeados Gabriel Eiriz y Leonardo Piccone, de la agencia Télam.