a sido una caótica semana en Estados Unidos: dos bombas caseras mataron a 3 personas e hirieron a más de 100 al final del Maratón de Boston, uno de los responsables fue abatido por la policía y el otro fue capturado; una explosión de una planta de fertilizantes en Texas mató a un número aún no determinado de personas; y como colofón, en un ejemplo de lo disfuncional de la democracia estadunidense, no obstante que 90 por ciento de los ciudadanos aprueba que se regule más estrictamente la venta de armas, un grupo minoritario de senadores impide dicha regulación.
En medio de todo ese caos, hay dos notas positivas que vale la pena comentar. Una es la conclusión del acuerdo entre un grupo de senadores de ambos partidos para enviar la tan esperada propuesta migratoria al Congreso, que, entre otras cosas, pudiera dar cauce a la regularización de 11 millones de indocumentados. La otra tiene que ver con las declaraciones de Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, sobre la apertura de una nueva etapa de apoyo por parte de esa institución a las naciones en las que el nivel de pobreza es motivo de vergüenza y preocupación. Sobre la reforma se ha dicho casi todo, y sólo habrá que esperar a conocer alguna de sus particularidades. Vale entonces comentar algunos detalles de la entrevista que Jim Yong Kim concedió a la cadena de noticias de la televisión pública.
De entrada hay que decir que Kim, doctor en medicina, se manifestó hace unos años en contra de la política del Banco Mundial por ser responsable de una mayor desigualdad y pobreza en muchos países. Advierte que el banco ha dado un giro de 180 grados en su visión sobre la relación entre desarrollo y pobreza. “Tenemos que cambiar la idea de que el crecimiento del PIB es suficiente; si ese crecimiento no se refleja en toda la sociedad, especialmente en los sectores más pobres, no sirve de nada. La primavera árabe nos ha enseñado que la desigual distribución del ingreso es motivo de atraso e inestabilidad social”. Para Kim, el que más de mil millones de personas tengan que vivir con menos de un dólar al día es una mancha para toda la humanidad. Si bien el nivel de pobreza extrema se ha reducido de 45 a 21 por ciento en los recientes 25 años, no se puede estar satisfecho con ese resultado, más aún porque esa reducción se debe al espectacular progreso de una sola nación, China, que liberó de la pobreza a 600 millones de personas, cosa nunca antes vista.
Una de las principales preocupaciones del doctor Kim es que la pobreza extrema se ha concentrado en determinadas regiones y sectores sociales de algunos países. Puso el ejemplo de India, donde en una sola región se concentra 8 por ciento de toda la pobreza extrema del mundo. El mismo fenómeno ocurre en otros países, concluyó.
Sin mencionarlo, Kim tocó una de las llagas más dolorosas de nuestro país, la extrema pobreza en la que viven muchos y la insultante opulencia de unos cuantos.