“Los bellos espacios del Castillo de Chapultepec no pueden tener un uso privado, porque se trata de un recinto público, y ese es el perfil que se le debe dar. No volveremos a ver aquí un show de Elton John, o ningún concierto en el que no pueda ingresar libremente cualquier persona”, dice de manera firme la nueva directora del Museo Nacional de Historia (MNH), María Cristina Gómez Álvarez.

Historiadora, catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México, especialista en la Independencia nacional, la ahora funcionaria del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomó ayer posesión de su cargo.

Fortalecer la conciencia histórica

En una primera valoración, Gómez Álvarez señala a La Jornada que el MNH que tiene su sede en el Castillo de Chapultepec “es un museo importantísimo, creado con el advenimiento de la República, es decir, nace cuando este país se hace libre y soberano, por eso es emblemático y uno de los referentes más importantes que tenemos, dedicado a la historia de nuestro país.

“Por eso tenemos que desarrollarlo para que el público mexicano continúe apropiándose de él.

Es cierto que resulta muy atractiva la parte del alcázar que es donde están las habitaciones de los personajes que vivieron en el castillo, pero no podemos resumir a eso su importancia. Debemos contribuir a fortalecer la conciencia histórica de los mexicanos, ese es el reto fundamental.

Añade que el MNH no sólo estará abierto a su siempre constante público cautivo que son los niños y jóvenes, también llamo a mis colegas a apropiarse del castillo, a convertirlo en espacio de debates acerca de los problemas del país. Me gustaría que los visitantes salgan de aquí con una idea más o menos clara, y crítica, de lo que ha sido nuestra historia y hacia dónde vamos.

Respecto del uso del recinto para banquetes y conciertos, como sucedió durante las pasadas administraciones federales panistas, Gómez explica que tiene instrucciones de la dirección general del INAH de que todos los museos públicos son para beneficio de toda la sociedad y no para un solo sector, mucho menos para actividades privadas”.

Añade que buscará difundir el acervo que lleva años resguardado en bodegas, porque no queremos un museo que se convierta en almacén de bellas piezas, sino que estén al servicio de generar una conciencia histórica y crítica; que el público sepa cómo se forjó su país y que relacione la historia con nuestro presente.