Cuestionan detractores el gasto de 15 mdd
Jueves 18 de abril de 2013, p. 36
Londres, 17 de abril.
El funeral de la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, estuvo marcado tanto por expresiones de homenaje como de repudio este miércoles durante el cortejo que trasladó el féretro del palacio de Westminster a la catedral de San Pablo.
Maggie, basura
, Si no estuviera muerta la colgaría
, o ¡Qué despilfarro!
, se escuchó decir a grupos de manifestantes que dieron la espalda al paso de carruaje tirado por caballos negros.
Para el diario The Independent fue un funeral de Estado con honores militares. Más de 700 efectivos de la guardia escocesa, el primer batallón de la guardia galesa, las fuerzas armadas y la marina flanquearon el cortejo durante el recorrido final, en un funeral que, según estimaciones de diversos medios de prensa, tuvo un costo al erario de 10 millones de libras (15 millones de dólares).
Asistieron la reina Isabel II y el arzobispo de Canterbury, Justine Welby, entre otras personalidades. Entre los ausentes destacaron el ex líder soviético Mijail Gorbachov, la ex primera dama estadunidense, Nancy Reagan, y el ex presidente George Bush padre, todos de la generación de Thatcher que no asistieron por motivos de salud.
Nos estamos gastando 10 millones de libras en esto, es vergonzoso e inaceptable en época de austeridad
, opinó Casper Winslow, estudiante de antropología de 22 años. Los conservadores tratan de convertirla en ídolo, como Winston Churchill (primer ministro durante la Segunda Guerra Mundial), cuando creó muchas divisiones en el país
, agregó.
Una pancarta llevada por una joven madre expresaba: Ojalá sus ideas estuvieran muertas
.
En la región de Yorkshire, particularmente en la localidad de Goldthorpe, donde Thatcher cerró todas las minas de carbón, hubo celebraciones al grito de Oxídate en el infierno
.
Por otro lado, estaban decenas de miles de personas que quisieron dar el último adiós a una gran dirigente
y una mujer valiente
. Hubo tramos del trayecto en que el público arrojó flores al paso del carro fúnebre y aplaudió, como ocurrió durante los funerales de la princesa Diana de Gales en 1997.