El próximo 19 de abril presentará su disco homónimo, que fusiona lo viejo con lo nuevo
Me declaro folclorista, pero en este trabajo ofrecemos una mezcla de música mexicana con otros ritmos, para dar algo de cada integrante, afirma María Inés Ochoa
Óscar Chávez me dijo que amor y rebeldía no se separan, crean un sentir, y esta producción tiene los dos componentes, agrega
Domingo 14 de abril de 2013, p. 7
“Me declaro una folclorista, desde mis inicios, pero con mi primer disco, La Rumorosa, que es también el nombre de mi grupo, lo que ofrezco es una fusión de música mexicana, electrónica, rock, ritmos del Caribe... es dar algo de cada integrante”, expresó en entrevista María Inés Ochoa, hija de Amparo Ochoa, su influencia directa, inevitable, necesaria.
Recuerda a su mamá con la memoria acumulada e intensa de cuando era una niña, y las canciones que Amparo dejó grabadas, como Eso de jugar a la vida, donde se habla de las pequeñas grandes cosas que se dan en las familias, como estar juntos en el sofá, viendo la tele, dormitar, y al paso de los años experimentar un recuerdo que duele.
A sus 29 años, María Inés ya tiene experiencia, pues canta con conciencia de causa desde los 14 años.
Es de corazón y amores
Su sentir se hará manifiesto el próximo 19 de abril en un concierto que ofrecerá en el Lunario del Auditorio Nacional, desde las 21 horas, con la producción de Xavier López Miranda y acompañada por el grupo La Rumorosa, integrado por Sabo Romo, Leonardo Sandoval y Ernesto Anaya. Es un colectivo creado por Xavier y yo. La Rumorosa es contraste, es lo viejo y lo nuevo al mismo tiempo. Es de corazón y de amores
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Su disco es un EP con cuatro canciones. “Estamos trabajando mucho en Intenet, en la difusión del material. Nos llamamos La Rumorosa, porque yo tengo un apego muy grande al norte de México; tengo familia en Sonora, en Baja California, que tiene una parte agreste, que es La Rumorosa.
“Mi mamá me legó el gusto por la música. Ella murió cuando yo era muy chica. Una forma de traerla hacia mí era escuchando sus discos, que me han ayudado en mi formación como persona. Mi mamá empezó a cantar por mi abuelo Chano, que tocaba el acordeón. Él le enseñó sus primeras canciones, como Valentín de la sierra, tradicionales sinaloenses. El gusto por la música de su tierra fue importante. Su temperamento, fuerte, lo imprimía en todo. Tenía una congruencia muy visible con lo que hacía y con la forma como vivía. Su música era su forma de expresión de todo esto.”
Muchos amigos de su mamá lo son ahora de ella, como Gabino Palomares, Óscar Chávez... “Todos me han dicho su admiración tremenda y todos coincidimos en afirmar que es una de las cantantes mexicanas más importantes. Se quedó plasmada, por su trabajo, en nuestra historia para siempre, no sólo por su amplio repertorio, sino por su congruencia, por su conciencia social. En mí está su gusto por la música y la conciencia de que tienes con el canto una gran responsabilidad al subirte a un escenario y tomar un micrófono.
Creo que el compromiso social y con la música deben darse en una persona que se dedique profesionalmente y tomar en cuenta con qué o con quién. El compromiso más importante de La Rumorosa es hacer una música de calidad, que se defina como mexicana, aunque interpretemos piezas de autores de otros países.
Temas de Marcial Alejandro
El EP contiene Sin documentos, de Andrés Calamaro; Lucha de gigantes, que hizo famosa Nacha Pop y que en esta caso es un electrohuapango; Eres, de Café Tacvba, y Deja que salga la luna, de José Alfredo Jiménez. Todos los temas del disco son de amor, aunque se pueden hallar otros significados. Una vez me dijo Óscar Chávez que el amor y la rebeldía no se separan. Se necesitan los dos componentes para crear un sentir. Este disco tiene los dos componentes, además del cariño y el respeto a los compositores.
Añadió que uno de los compositores más importantes de La Rumorosa es Marcial Alejandro, por quien se conocieron ella y Xavier López.
“En el Lunario cantaré varias cosas de él. Serán dos horas de concierto y unas 20 canciones, por lo menos. Más unas piezas de mi mamá. Eso es cosa de mi vida y de mi corazón, como La noche de mi mal, El golpe traidor, que traigo arrastrando desde la infancia.”
María Inés nació en el Distrito Federal, pero creció en Culiacán. Esa es mi tierra; ahí me formé, ahí me crié, me hice lo que soy
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El futuro lo ve prometedor, con muchas luces, haciendo más fusión, más nostalgia, cantar en México y en el extranjero.
Ya trabajó un disco con Zazhil, grupo que acompañó a su madre en los escenarios. Ha grabado en Chile y promete que en el Lunario habrá sorpresas.
El proyecto implica diversificarse, para que a todos guste y se identifiquen. Me gustan las canciones nuevas, pero más bien soy nostálgica.
Boletos en taquillas y en Ticketmaster, al 5325 9000.