Bellísimos instantes de eternidad, que tienen que ver no sólo con la guerra, sino también con la vida, es lo que ofrece el reconocido fotógrafo mexicano Pedro Valtierra en su libro-catálogo titulado Mirada y testimonio, comentó Carlos Payán Velver, director fundador de La Jornada, en la presentación que se realizó la noche del jueves en el Centro Cultural Bella Época.

Coeditado por el Fondo de Cultura Económica, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Fundación Cuartoscuro, el volumen es un recuento visual e histórico de los casi 40 años de trayectoria de Valtierra, que reúne más de 200 imágenes, de manera cronológica-biográfica, las cuales reflejan su estilo, su compromiso social, su valentía y su posición política.

La publicación incluye los ensayos de Alberto del Castillo Troncoso, Mónica Morales Flores y Rebeca Monroy.

Acervo para contar la vida del país

El terremoto de la ciudad de México en 1985; los disturbios tras el derrocamiento de Jean-Claude Duvalier, en Haití; la insurrección del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas; la represión durante los funerales de monseñor Arnulfo Romero, en el Salvador, en 1980; la visita de Juan Pablo II a Puebla, en 1979, y el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua son algunos de los acontecimientos que fueron captados por la mirada fotográfica de Valtierra, los cuales forman parte del libro.

En la presentación, la fotógrafa Christa Cowrie y la investigadora Laura González destacaron los aspectos artísticos, testimoniales e históricos de ese trabajo fotográfico.

Carlos Payán relató y precisó ciertos hechos periodísticos que no están contenidos en los textos de los investigadores, que rodearon una de las fotografías captadas por Valtierra. En particular, la instantánea en la que él mismo aparece con los brazos entrelazados contemplando el cadáver del periodista Ignacio Rodríguez, asesinado por un francotirador del ejército somocista.

Payán reconoció el valor informativo y la estética de contar la guerra, como factor nuevo en esa materia, que generó el trabajo fotográfico de Valtierra.

“Con su acervo fotográfico –dijo el director fundador de este diario–, se podría contar la vida del país, la cual ha venido retratando en su pobreza, desigualdades y desgracias.”

Por su parte, Miguel Ángel Velázquez, jefe de la sección Capital de La Jornada, destacó, entre otras cuestiones, que el trabajo de Pedro Valtierra, principalmente nos muestra realidades y verdades que nos duelen. Ha hecho del periodismo una forma diferente de vivir o cuando menos, una forma justa de vivir.

Sus imágenes, explicó, son reflejo de un dolor constante de un México que no ha cambiado, es más, que está en peligro de regresar a todas sus desgracias, porque no hay un horizonte que nos permita ver para otro lado.

Renovación de esperanza

Miguel Ángel Velázquez detalló cómo Pedro Valtierra se acerca y se gana la confianza de las personas de las comunidades donde realiza su trabajo.

Antes de tomar una serie de fotos, como lo hacen muchos, Valtierra primero los siente y habla con ellos.

Las imágenes que tomó Pedro hace años, concluyó Velázquez, son muy actuales, pues reflejan los mismos problemas que hoy vivimos. Su libro se vuelve tan actual que huele a la tragedia que hoy vive México. En el volumen se encuentra la memoria, la historia y el dolor, pero también renueva las esperanzas para hacer un periodismo en el que sigo creyendo, para que haya más fotógrafos como Pedro.