Se apropiaron de espacios del aeropuerto capitalino para vitorear a los jugadores de Cruz Azul
Somos campeones otra vez, clamor de aficionados cementeros
Estoy muy contento, atinó a decir entre la multitud el técnico Memo Vázquez
A Torrado lo sorprendió el recibimiento
Cuando pasó Corona los seguidores de La Máquina se desbocaron
Viernes 12 de abril de 2013, p. a13
Con el ole, ole, ole, campeón, campeón
fueron recibidos ayer los integrantes de Cruz Azul en el aeropuerto capitalino.
Como finalmente demolieron la nada envidiada reputación de no ganar finales –esta vez obtuvieron el título en su visita al Atlante, el pasado miércoles–, los aficionados cementeros se apropiaron de la sala de llegadas nacionales de la terminal aérea y les demostraron lo valioso que fue para ellos la conquista de la Copa MX.
Ya lo ven, somo campeones otra vez
, cantaban los aproximadamente 500 seguidores de La Máquina, quienes además bailaron y cubrieron con una manta el barandal de la sala.
“Eres la alegría luego de mi (corazón)
rezaba una leyenda, mientras algunos aficionados portaban en su playera la consigna: Los que dejan la vida por los colores
.
Los seguidores celestes empezaron a reunirse desde las 13:30 horas y poco antes de que llegara el avión que trajo a los cementeros desde Cancún, hicieron una valla junto con el personal de seguridad.
Las versiones de que por ahí no saldría el equipo no los desanimaban y hacían retumbar la sala con el Azul, Azul...
A las 16 horas ya estaba anunciado que el vuelo había llegado y empezaron los gritos: Venga Corona, venga Corona
, “Venga Chuleta”, Venga Torrado
.
Casi a las 16:30 horas el técnico Guillermo Vázquez fue uno los primeros en salir. Cruzó la sala como pudo y llegó a uno de los camiones que trasladan a los pasajeros de una terminal a otra (para llevarlos a donde se encontraba el autobús del equipo).
Era imposible era realizar alguna entrevista, que el club había anunciado que podría hacerse. Memo sólo atinó a decir que estaba muy contento y luego, arriba del autobús, se dedico a tomar fotografías de la travesía de sus pupilos.
Gerardo Torrado alcanzó a decir que estaba sorprendido por el recibimiento y cuando pasó Corona fue la locura con tantos empujones.
Aunque no falta quien piense que la copa conquistada no es para abrir botellas de champagne, lo cierto es que este título, después de siete frustraciones, para los cementeros es como una bendición.