Ha demostrado posibilidades para crear conciencia en derechos humanos: Narváez Hernández
El cine, herramienta que ayuda a formar funcionarios judiciales
Del 10 al 14 de abril se llevará a cabo la primera muestra internacional sobre el tema en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario
Veredicto final es la película inaugural
Martes 9 de abril de 2013, p. 9
A lo largo de la historia, el cine ha demostrado su capacidad para crear mayor conciencia sobre derechos humanos, afirmó en entrevista José Ramón Narváez Hernández, integrante del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial (IIJPDEJ), dependiente del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJ), que organiza, en colaboración con la Filmoteca de la UNAM, la primera Muestra Internacional de Cine Judicial, que se realizará del 10 al 14 de abril, en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario.
Esta muestra completa su nombre con el añadido La justiciabilidad de los derechos humanos
. Exhibirá películas que tratan el tema de la administración de justicia y sus problemas en torno de la ética, la argumentación y la interpretación judiciales; en algunos casos, al final de la proyección, se realizará una mesa de análisis con expertos en la materia y con la participación de cineastas.
En la inauguración, que se efectuará el miércoles 10 a las 11:30 horas, se contará con la presencia del ministro en retiro Mariano Azuela Güitrón, así como de José Ramón Narváez y de Guadalupe Ferrer Andrade. Se proyectará la película Veredicto final (The Verdict, Estados Unidos, 1982), dirigida por Sidney Lumet.
La entrada a la muestra será gratuita. Entre las cintas que se proyectarán se encuentran Digna: hasta el último aliento, de Felipe Cazals; Mi vida dentro, de Lucía Gajá, y Sacco y Vanetti, de Giuliano Montaldo.
Narváez explicó que la dependencia de la que forma parte se encarga de indagar la calidad de las sentencias y de la ética judicial, para mejorar el desempeño e imagen de los jueces. “En los dos años anteriores hemos hallado un punto de encuentro en áreas que tienen que ver con el cine: la formación de funcionarios judiciales por medio del séptimo arte, en tanto que herramienta didáctica.
“Con jueces y sus empleados hemos utilizado frecuentemente películas para mostrar cómo pueden mejorar su técnica argumentativa, su retórica, y cómo pueden ser incluso mejores jueces y funcionarios. Así, nos dimos cuenta de que en los festivales de cine, en las muestras, había un hueco, un vacío, porque el cine judicial es amplísimo, con muchas películas en casi todo el mundo.
“Nos llama la atención, sobre todo, el cine estadunidense, aunque otras naciones han desarrollado el tema con mucha fortuna. Habría que pensar, por ejemplo, en el caso de Akira Kurosawa, cuyos temas eran judiciales. Hicimos la propuesta a la Filmoteca de la UNAM y hubo muy buena acogida.
La Filmoteca de la UNAM, a diferencia de la Cineteca Nacional, tiene ese matiz de hacerlo todo académico. No sólo se pasan las películas, sino que se discuten. Todo esto se incrementó porque a partir de junio de 2011 tuvimos una reforma respecto de los derechos humanos, y de ahí el gran tema que nos ocupa, que es cómo hacer materializables esos derechos, y esto es trabajo de los jueces. Una forma de apoyarlos la proporciona el cine.
Contenido ético
Añadió que hay autores que opinan que el núcleo de los derechos humanos es ético. “Es decir, que los derechos humanos tienen un contenido ético. Cuando nos referimos a alguien discriminatoriamente, por su condición racial, su género o sus preferencias sexuales, no sólo es el lenguje, sino toda una connotación, una actitud, y ésta es ética, pues tiene que ver con la forma de comportarse.
“El cine justamente dice algo o mucho, sobre todo en las películas judiciales, como en Justicia para todos, en la que se ve un juez que actúa íntegramente, pero que en el fondo es una persona violenta e incluso con ideología machista y discriminatoria.”
Consideró que las películas, y en gran medida las que parten de hechos reales, como Sacco y Vanzetti, muestran la crudeza de algunas tragedias. Esto viene desde Antígona. La historia nos demuestra, como señala Walter Benjamin, que los más grandes violadores de derechos humanos son los Estados, los gobiernos. La sociedad civil debe cuidar estos aspectos. Los más grandes violadores de los derechos humanos son aquellos que tienen poder, porque pueden someter a otros. A esto hay que sumar la impunidad, la corrupción.
La idea es que el cine sensibiliza y permite hacer analogías, aunque sea de otro país. En México, los retos respecto de los derechos humanos son muchos. Esperamos que el año que entra el tópico sea diferente. Hay gran variedad de películas judiciales.
Para ver el programa completo: filmoteca