Ayer se efectuó en Isla Negra la exhumación del cuerpo del poeta
Los restos ya están en el Servicio Médico Legal de Chile, donde serán examinados por 12 peritos
Buscamos que haya verdad y justicia
, manifestó el presidente del Partido Comunista
Martes 9 de abril de 2013, p. 7
Isla Negra, Chile, 8 de abril.
En una fría mañana y frente a un embravecido mar, un grupo de 12 peritos chilenos y extranjeros, junto a un juez, un actuario, jefes policiales, abogados querellantes, el director del Servicio Médico Legal, el presidente del Partido Comunista de Chile y familiares del escritor, iniciaron la exhumación del cuerpo de Pablo Neruda (Neftalí Reyes Basoalto) con el objetivo de determinar si fue asesinado mediante una inyección letal o realmente murió víctima de un cáncer de la próstata.
El trámite comenzó a las 8:30 horas de la mañana (6:30 en México) en la casa/museo del poeta ubicada en la localidad de Isla Negra, a unos 150 kilómetros de Santiago, en la costa del Pacífico, en un montículo donde descansaban sus restos y los de su última esposa, Matilde Urrutia, a unos metros de su vivienda y de una pequeña casucha de madera donde Neruda se sentaba a contemplar el mar y a escribir sus textos.
Los expertos escarbaron en una fosa y descubrieron que ambos féretros estaban en un cuadrado de cemento, cada uno en una especie de cápsula rectangular, en buen estado de conservación, lo que permitió sacar el del Premio Nobel en condiciones óptimas y no contaminadas, reduciendo la operación a una hora y media y nos las cinco que se presupuestaba como mínimo.
Traslado a Santiago
El féretro de Neruda fue metido en una gran bolsa plástica del Servicio Médico Legal (SML) de color azul y luego se le colocó una bandera chilena encima. Un sobrino del poeta y varios peritos lo tomaron en sus manos y lo llevaron a una camioneta especial que trasladó los restos a Santiago, donde en una sala del SML serán examinados por los especialistas para determinar las causas reales de la muerte del escritor. Se informó que mínimo esto puede durar unos tres meses. Se trata de hacer un perfil químico, antropológico y médico del cadáver y determinar la presencia de productos fármacos, químicos o tóxicos que pudieron haber producido el fallecimiento, y no el cáncer que es lo que figura como versión oficial.
La diligencia la ordenó el juez Mario Carroza después de conocer el testimonio del chofer del Premio Nobel, Manuel Araya, quien dijo que a Pablo Neruda le pusieron una extraña inyección después de lo cual murió, y de detectar contradicciones entre médicos que atendieron al poeta en la privada Clínica Santa María.
En la exhumación se permitió la presencia del abogado querellante Eduardo Contreras, y del presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, donde militó toda su vida Neruda.
Teillier indicó que con esto lo único que estamos garantizando es que haya verdad y justicia
y determinar si nuestro compañero fue asesinado o falleció producto del cáncer. Nosotros no podemos desechar nada, conociendo los crímenes horrendos cometidos por la dictadura
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