Resistencia del gobierno federal, el IMSS, Inmujeres y legisladores a reconocer sus derechos
La mayoría son niñas que salen de sus comunidades para laborar en la ciudad de México
Lunes 8 de abril de 2013, p. 39
A las condiciones de discriminación, explotación laboral y carencia de prestaciones se suma la trata encubierta que afecta a las trabajadoras domésticas (2 millones en México), con la agravante de que existen resistencias del gobierno federal, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el Instituto Mexicano del Seguro Social y de los propios legisladores para reconocer sus derechos, afirmaron por separado Marcelina Bautista, dirigente del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), y Rosario Ortiz, de la dirección colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS).
La trata –dice Ortiz– es un fenómeno que salió a flote luego de conocer varios casos de Oaxaca
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La mayoría son niñas que salen de sus comunidades con el permiso de sus padres para radicar en la ciudad de México con la promesa de que tendrán mejores salarios e irán a la escuela.
“Pero no es cierto; nos explotaban y no nos pagaban –ilustra Bautista, quien vivió de niña esta situación–. Nuestros papás ni enterados, y los patrones nos decían: ‘no te preocupes, te guardo el dinero; te lo doy después’. Pero no nos daban nada.”
La trata actual, explica Ortiz, es muy específica: va encubierta con el trabajo asalariado, no es pública; es en el hogar donde se da un uso sexual a la trabajadora por parte del patrón, de los hijos y otros familiares masculinos
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Bautista, también coordinadora regional para América Latina de la Red Internacional de Trabajadoras del Hogar, refiere que la CACEH recopila experiencias de quienes han sido víctimas de trata y de quienes llegan a la ciudad en busca de empleo.
El CACEH tiene 150 afiliadas, pero a diario recibimos cinco personas que desean tener un empleo digno, mejor remunerado, sin maltrato y con derechos sociales.
Entrevistadas en el contexto de la Feria de los Derechos de las Trabajadoras del Hogar, organizada por el CACEH, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, entre otras instituciones gubernamentales capitalinas, indicaron que hay resistencia en el gobierno federal para reconocer los derechos de este grupo de trabajadores.
Conapred está muy comprometido para erradicar la discriminación, pero a escala federal ha sido muy difícil abrir camino: el Inmujeres no nos escucha y aplica prácticas discriminatorias cuando debería arropar los derechos de las mujeres
, subraya Ortiz.
Inmujeres, por ejemplo, elaboró un código para la igualdad en el trabajo y dio un reconocimiento a empresas como Walmart por contratar mujeres, lo cual es absurdo porque sus prácticas laborales son antisindicales, discriminatorias y violentas.
Ambas coinciden en que ha habido resistencias del gobierno federal y de la parte patronal para ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo al trabajo doméstico. El IMSS se niega a crear nuevos procedimientos para asegurar a estas trabajadoras.
En el Legislativo hay dos pendientes: la reforma al capítulo 13 de la Ley Federal del Trabajo, pues con la reciente lo único que logramos es que se les diera jornada nocturna de ocho horas consecutivas, pero esto va acompañado de jornadas de 14 horas
, y al artículo 72 de la Ley del IMSS.