El número de elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México que participan en el combate al narcotráfico y al crimen organizado se redujo en casi 40 por ciento desde la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República.

En el sexenio anterior (2006-2012), la infantería de Marina pasó de ser una policía ribereña a una fuerza que llegó a contar con 20 mil elementos que tuvieron como misión principal la erradicación de cultivos de droga, la persecución de los principales capos del narcotráfico y operaciones de alto impacto en apoyo a la seguridad pública, particularmente en los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Zacatecas, Guerrero y Veracruz.

Sin embargo, del primero de diciembre pasado a la fecha, el número de marinos que participa en la lucha contra el narcotráfico se redujo a 14 mil 453 elementos, que representan casi 40 por ciento menos que los asignados a estas tareas hasta el 30 de noviembre del año pasado.

No obstante que se incrementó la presencia de marinos en el territorio nacional, explicaron fuentes navales, la reducción de efectivos en tareas antidrogas obedeció al cambio de estrategia implementado con la llegada del almirante secretario Vidal Francisco Soberón Sanz.

Explicaron que se ha puesto mayor énfasis en la recopilación y procesamiento de datos de inteligencia en los estados en los que están involucrados en labores de seguridad pública, además de que, por primera vez, existe un verdadero intercambio de información con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sostuvieron mandos consultados.

Según información entregada por la Secretaría de Marina, del primero de diciembre pasado a la fecha ningún elemento de la Armada de México ha sido muerto o herido en operativos antidrogas.

En 2007, cuando el alto mando naval ordenó la creación de 30 batallones de infantería de Marina para responder a la estrategia gubernamental de guerra contra el narcotráfico y de otros delitos graves, los marinos fueron enviados a Guerrero y Tamaulipas, donde recibieron tres agresiones con saldo de dos marinos muertos y dos presuntos agresores lesionados.

Un año después, los operativos se ampliaron a Veracruz, Michoacán, Chiapas, Tamaulipas y Nuevo León, y ocurrieron ocho agresiones contra los marinos, con saldo de 10 presuntos agresores muertos.

El año más cruento fue 2009, en el que de 64 agresiones, 41 sucedieron en Tamaulipas, entidad donde murieron 12 infantes de marina (de un total nacional de 18), y 61 presuntos delincuentes fueron muertos a manos de marinos, de un total de 96 en el país.

En 2009 y 2010 los infantes de Marina se sumaron a labores de seguridad pública en los estados de Sonora, Colima, Durango, Nayarit y Sinaloa.

En 2010 los elementos de la Armada fueron agredidos en 72 ocasiones, de las cuales 23 fueron en Tamaulipas, 14 en Veracruz, 10 en Guerrero y siete en Nuevo León, con saldo de 12 marinos muertos y 103 presuntos agresores fallecidos; de éstos, 48 murieron en Tamaulipas, 19 en Veracruz y 13 en Nuevo Léon.

Para 2011 sumaron 41 agresiones, de éstas 16 en Veracruz y siete en Tamaulipas, que arrojaron 16 marinos muertos (siete en Veracruz) y 62 presuntos agresores fallecidos, 16 de ellos en Zacatecas y 15 en Veracruz.

En 2012 la Armada de México tuvo un saldo prácticamente blanco, según indicó la dependencia.