l mercurio es un elemento metálico líquido objeto de controversia y denuncia en todo el mundo. Él y sus compuestos tienen muy variado uso, pero son muy contaminantes, tóxicos y persistentes. En especial el metil mercurio que se bioacumula en la cadena alimentaria. Por eso la comunidad científica, los gobiernos y las organizaciones sociales le siguen la huella para evitar que sea un problema de graves consecuencias para los humanos y la naturaleza.

Por ejemplo, los ríos, lagos y mares circundantes de España están en mayor o menor grado contaminados por mercurio. Ello ocasiona que algunas clases de peces lo acumulen en sus organismos y no sea recomendable consumirlos. Una de las organizaciones ambientalistas de ese país (Ecologistas en Acción) elaboró hace un par de años una guía donde detalla cuáles son las especies más contaminados por dicho metal y pide a los consumidores que se informen adecuadamente de los peligros que conlleva comer, por ejemplo, mero y cazón.

También las autoridades de salud de la Unión Europea reconocen que en los países que la integran hay entre 3 y 15 millones de personas que superan los límites recomendables en sangre. Algunos hasta 10 veces más. Advierten que los más sensibles a esta contaminación son los niños y las mujeres en edad fértil, embarazadas o en periodo de lactancia que pueden transmitirlo a sus hijos.

Por su peligrosidad y estar por doquier, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) hace varios años convocó a los gobiernos a negociar un convenio mundial obligatorio a fin de reducir y controlar las fuentes ambientales de mercurio y así disminuir los riesgos que conlleva. El convenio se firmará en octubre próximo en Japón. En este contexto, organizaciones ciudadanas han señalado la urgencia de atender sitios altamente contaminados por mercurio, como sucede desde hace décadas en la región de Coatzacoalcos-Minatitlán, en el sur de Veracruz, donde vive más de un millón de personas. Así lo hicieron con una investigación reciente Ecología y Desarrollo Sostenible en Coatzacoalcos AC, el Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (Caata), y la red internacional IPEN, constituida por más de 700 organizaciones de 116 países.

Expertos de las tres organizaciones citadas (entre los que destaca el maestro Lorenzo Manuel Bozadas Robles) examinaron los niveles de mercurio en el cabello de la población en varios municipios de la cuenca del Coatzacoalcos, especialmente el de los pescadores locales, los que venden pescado o lo consumen. Entre otras cosas, encontraron que el mercurio hallado en el cabello de estos grupos sociales supera los niveles máximos permitidos en Estados Unidos. Y especialmente para quienes más lo comen.

El estudio revela las principales fuentes industriales de liberación ambiental del mercurio: 1) la planta de cloro-álcali, propiedad de Cydsa, que existe dentro del Complejo Petroquímico Pajaritos, y 2) la refinería de petróleo General Lázaro Cárdenas, en Minatitlán. Otras fuentes de posible contaminación en la cuenca son los complejos petroquímicos de la Cangrejera y Morelos. Además, hay hospitales regionales y crematorios.

Cabe señalar que la presencia y el transporte del mercurio en la atmósfera fueron documentados en 1976 por Félix Báez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, a partir de la lluvia ácida de Coatzacoalcos, fruto de las emisiones aéreas generadas por los complejos petroquímicos Morelos, Pajaritos y Cangrejera, y transportadas por las corrientes de aire que prevalecen en la región, donde también existe ganadería extensiva y cría comercial de pollos de engorda.

Los resultados del nuevo y revelador estudio sobre la concentración de mercurio en peces de consumo comercial del río Coatzacoalcos se presentan este miércoles a las 10 de la mañana en Cencos (Medellín 33, colonia Roma). Se trata de otra llamada de atención para las autoridades y la población del sur de Veracruz, expuesta al mercurio. Pero igualmente para el resto del país, donde también es problema y la gente desconoce su peligrosidad.

* Por supuesto, nuestra solidaridad con Bernardo Barranco, censurado por el Grupo Radio Centro