El cantante y compositor uruguayo Jorge Drexler iniciará el 26 de abril una gira de presentaciones por varias ciudades de México, con el objetivo de conocer a la gente, su entorno, su realidad, para ir más allá del contacto artista-escenario, dijo el propio cancionista, como se hace llamar, en entrevista telefónica desde Madrid, España.

Llegará con la novedad de que está presentando material inédito, música de manera no convencional, sino por medio de un experimento que une la tecnología con la poesía: la app N, que contiene tres aplicanciones específicamente compuestas para su uso en dispositivos móviles: Habitación 316, Madera de deriva y Décima a la décima, que aportan posibilidades de interacción. Incluye colaboraciones con una orquesta sinfónica y con artistas invitados. Cuenta con el apoyo de empresas como Samsung, Warner Music Spain y la editorial de aplicaciones Wake App.

Con esta nueva aplicación para smartphones y tablets (disponible en la App Store de iTunes, Google Play y Samsung Apps), el usuario puede intervenir las canciones y generar infinitas versiones de las mismas. Después de España, México es el país donde más descargas de N se han realizado en el mundo.

En Décima a la décima, Drexler llamó a nueve artistas para compartir la pista de voz en sus décimas: Xoel López, Vítor Ramil, Fernando Cabrera, Martín Buscaglia, Kevin Johansen, Daniel Drexler, Kiko Veneno, Álex Ferreira y René Pérez (Residente, de Calle 13).

La gira por México abarca el Distrito Federal (26 de abril, teatro Metropólitan), Guadalajara (27, teatro Estudio Cavaret), Puebla (28, Sala Fórum) y Aguascalientes (30, Feria de San Marcos).

Drexler es ganador de un Óscar (2005) y de un premio Goya (2011); ha sido multinominado al Grammy latino y anglo. Cumplió 20 años de trayectoria en 2012 y para conmemorarlo armó Mundo abisal, espectáculo en solitario, con un formato íntimo a guitarra y voz, que traerá a México.

Sobre su incursión en Internet, explicó que cada persona puede modificar la letra o el arreglo de las canciones por él propuestas. “El resultado depende de cada uno de los escuchas.

Una sociedad cambiante

“Yo no tengo nada en contra del beneficio económico, cuando es honrado. Lo que sí puedo decir es que no es mi principal móvil de trabajo, mi modus operandi. En este caso, ha sido una excelente inversión artística, pero no económica. No he ganado un peso en un año y medio de trabajo. Yo vivo de la música y estoy orgulloso de que sea mi profesión, pero no estoy en ella exclusivamente para ganarme la vida. Está primero el fin de desarrollarme como persona, para así conocerme a mí mismo y a los demás. Hemos aprendido a vivir en una sociedad cambiante. La realidad es, por tanto, desafiante, y no es sólida, como era en tiempos de nuestros abuelos, cuando uno tenía una profesión que duraba toda la vida. Ahora todo mundo va cambiando de disciplina. La vida de las personas es por hoy bastante inestable y, por eso, canciones que son inestables están en sintonía.

El cancionista uruguayo señala que busca ir más allá del contacto artista-escenarioFoto Cortesía de WakeApp

También, la gente ha dejado de ser testigo pasivo de lo que pasa y todo mundo genera contenido en la red. No sólo la música ha dejado de estar en las manos de los compositores y todo mundo selecciona música con los editores. Se opina y se influye en oyentes similares. Nos han quitado la hegemonía a los músicos, y eso está muy bien.

Compromiso personal y social

Con dos décadas de trayectoria, admitió que hoy la tecnología está haciendo imposible la venta de discos físicos. “No es imposible, pero cada vez es más difícil vivir de grabar discos, y no vale quejarse, porque hace 100 años la tecnología significó un avance en la materia sin precedentes. Ahora la tecnología le ha quitado el cetro económico a la canción.

“No obstante, la música nos va acompañando siempre. Es muy anterior a la escritura y tiene un rol importante en todos los aspectos de la vida. Con músi- ca enterramos a nuestros muertos, dormimos a nuestros niños, enmoramos a nuestras parejas, amedrentamos a nuestros enemigos, ahuyentamos el miedo. En mi caso, es como un medio para copiar la sensación del compositor, para que esa emoción sea repetida en cada uno de nuestros oyentes.

Con la música, primero tengo un compromiso personal, para que no sea fría; socialmente, el ser humano siempre me ha gustado más en lo individual que en manada. Tengo la ilusión de que en un concierto le estoy cantando a cada quien, uno a uno. Soy más torpe al relacionarme con grandes públicos, con las masas. Mi compromiso político... la palabra política quiere decir tantas cosas.

Alegre, expuso que llegará a México como se acude a la primera cita de amor, con ese nervio.