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El 6 de abril defenderá el cetro gallo de la AMB ante la Cuisilla

Irma García, campeona que pelea contra el estigma de ser policía
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de abril de 2013, p. a15

El estigma que persigue a la Policía Federal pesa en la carrera de Irma García, boxeadora que en apenas un par de años de profesional consiguió el título mundial en peso gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y provoca reacciones contradictorias.

La peleadora, de 31 años, no minimiza que la policía tiene dudosa reputación; esa carga negativa en el imaginario ciudadano le ha generado rechazos viscerales.

Ser policía federal genera simpatías en algunos sectores, pero también existe gente que me tira mala onda por pertenecer a las fuerzas del orden, admite la peleadora, quien el 6 de abril realizará su primera defensa del título mundial en la revancha que le concede a Janeth Cuisilla Pérez.

La historia reciente del país complica la situación, cuenta Irma, porque es difícil desprenderse de la idea de corrupción asociada a la policía.

Sin conocerme, mucha gente me agrede por la imagen que tiene de la policía; hay oficiales que tratamos de quitarnos esa mala imagen, pero es complicado.

La decisión de entrar a la Academia de Policía estuvo influida por lo que miraba en las series de televisión. Aunque se tituló de licenciada en derecho, decidió que para formarse como servidora pública tenía que empezar desde abajo.

Desde el momento que eligió la Academia supo que se enfrentaría también a un mundo en donde las mujeres son minoría; eso la vinculó de algún modo con el boxeo: caminos que considera corren de manera paralela.

Tanto en la policía como en el boxeo he tenido que pelear contra los prejuicios, contra todos esos muros misóginos de los que piensan que las mujeres invadimos territorios de los hombres, cuenta Irma.

En la Academia éramos 50 mujeres frente a 400 cadetes hombres; no faltó quien se quiso pasar de vivo, pero supimos imponernos para ganar el respeto de los compañeros más difíciles, comenta.

Por eso el boxeo le resultó tan familiar desde el principio, porque también el respeto es una suerte de título que se gana con ciertas pruebas, que en el caso de las mujeres siempre implican un doble esfuerzo respecto de los varones, considera Irma.

Las mujeres seguimos peleando mucho más que los hombres porque nos enfrentamos a mentalidades chiquititas, dice.

Ahora, admite, deberá demostrar que tiene cualidades para ser monarca del mundo. Demostrar que ha llamado la atención por su talento y disciplina, no sólo por ser boxeadora-policía.