Durante el sexenio de Felipe Calderón murieron más de siete mil tortugas caguamas, especie es riesgo de extinción a causa de las artes de captura que utilizan pescadores en la zona de Baja California Sur. Tan sólo el año pasado hubo 2 mil decesos de estos especímenes, señaló Alejandro Olivera, encargado de Políticas Públicas del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), quien exhortó al gobierno de Enrique Peña Nieto a mostrar mayor voluntad política que la administración anterior y tomar medidas para frenar esta situación.

En entrevista con La Jornada precisó que entre las acciones que se podrían instrumentar con respaldo en la legislación vigente está la aprobación de una norma oficial mexicana (NOM) emergente mientras se toman medidas de fondo, o bien implementar un área de refugio como establece la Ley General de Vida Silvestre, sería algo similar a la que se creo para la vaquita marina, es decir, un polígono muy bien definido que restringiera esta actividad. También podría crearse un refugio pesquero, como marca la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable.

“En Hawai –dijo– se requiere de sólo 14 muertes de tortugas para que la flota peaquera que usa palangre de fondo le cierren la pesquería”.

Indicó que México se arriesga a que le sea decretado un embargo por la muerte de tortugas caguama.

Recientemente la Administración Nacional Oceánica y atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglás en inglés) emitió un informe al Congreso de ese país en el que advierte sobre la posibilidad de un embargo pesquero, porque México está atrapando especies en riesgo y eso sienta condiciones para que se realice un embargo.