La Habana, 30 de marzo.

El cantautor Silvio Rodríguez y el popular salsero Isaac Delgado compartieron escenario la noche del viernes en un barrio de La Habana, borrando fronteras políticas que prevalecieron por décadas, informó el portal Cubasi.cu.

Delgado, de 50 años, conocido en Cuba como El chévere de la salsa, emigró en 2006 y se estableció en Miami, en momentos que tenía gran popularidad en la isla. Desde entonces regresó de visita en varias ocasiones, pero es la primera vez que sube a un escenario.

Estar en el país de uno es lo más importante que puede tener un creador, dijo Delgado a Cubasi y agregó que para nosotros (los artistas), donde quiera que estemos, Cuba es una cosa bien grande, es algo que llevas en la sangre, en el sentimiento.

La actuación forma parte de la gira que desde hace más de un año realiza Rodríguez por barrios de La Habana, después de terminar una por prisiones del país.

Antes de la presentación, Delgado dijo a la revista La calle del medio que esta actuación en el populoso barrio Tamarindo, en el centro de La Habana, fue por invitación de Rodríguez, creador de la Nueva Trova cubana, junto a Pablo Milanés.

Delgado agradeció la deferencia y destacó la influencia de la Nueva Trova en sus creaciones. “Yo hice un disco con canciones de la trova cubana que se llamó Versos de mi cielo, porque crecí con ella. Ahora quiero hacer una segunda parte, porque se quedaron muchos temas por grabar, y yo tengo un vínculo muy estrecho con Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y con toda esa gente”, dijo.

En la parte musical, Delgado, quien estuvo acompañado por Roberto Carlos Cucurucho, pianista de la Orquesta de Juan Formell y los Van Van, interpretó temas que lo hicieron popular en Cuba en la década de los 90, como: Quién fuera y El solar de la California, al que sumó el estreno de Cubano, perteneciente al puertorriqueño Wanchy.

Las flexibilizaciones aplicadas por el gobierno de Barack Obama han permitido varios intercam-bios artísticos, gracias al cual muchos cubanos, entre ellos Rodríguez y Milanés, han actuado en Estados Unidos y músicos estadunidenses lo han hecho en Cuba.

Incluso, con la reforma migratoria puesta en vigor por el presidente Raúl Castro en enero, beisbolistas emigrados y otros cubanos han visitado Cuba, pero la actuación de un artista emigrado no es usual. A principio de año se ofreció un homenaje en La Habana al también emigrado Meme Solís, apoyado por Silvio y otros artistas, pero Solís no viajó a la isla.