Texcoco, Tizayuca y sur del DF, ubicaciones
Domingo 31 de marzo de 2013, p. 21
La inminente insuficiencia del aeropuerto capitalino para atender el tráfico aéreo en la ciudad de México y las recientes declaraciones del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, respecto a que el gobierno federal trabaja ya en el proyecto de un nuevo aeropuerto, abren una vieja discusión respecto de la mejor ubicación para la nueva terminal, y remontan al fracaso de la administración del presidente Vicente Fox por sacar adelante dicha obra.
El pasado 20 de marzo, Guajardo afirmó en un acto público que el gabinete presidencial, encabezado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, trabaja ya en el proyecto del próximo aeropuerto en la ciudad de México
, aunque al día siguiente aclaró que no hay la inminencia de ningún anuncio de definición en el cortísimo plazo
.
Para el experto en estudios urbanos de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Óscar Terrazas Revilla, el ex vaso del lago de Texcoco (estado de México) ofrece una serie de ventajas si bien debe manejarse de manera muy responsable
el asunto de la tenencia de la tierra y los estudios de impacto ambiental en la zona.
Se trata de un enorme hueco no urbanizado donde es viable colocar infraestructura de gran escala. Sí hay que tener cuidado con las condiciones hidráulicas de la zona, pero la ingeniería mexicana es excelente, la cimentación no tiene riesgos, aunque probablemente sea más cara
, explicó.
Desde hace más de una década, cuando empezaron los estudios de viabilidad para la construcción de una nueva terminal aérea, también se hablaba de Tizayuca, Hidalgo, como una posibilidad.
Por su parte, Germán Pallares Avitia, director de la carrera de arquitectura del Tecnológico de Monterrey, se manifestó por construirlo en la zona sur del DF, pues funcionaría para las ciudades colindantes y al haber una distancia considerable del aeropuerto actual no empezarían a chocar los radios de servicio
.
Ambos especialistas también consideraron viable el uso de las terminales aéreas de Toluca, Cuernavaca y Puebla como aeropuertos alternos, pero ello requiere que funcionen como sistema
y la construcción de una red de transporte que los conecte.