Me río de quienes dudan de que volveré a los cuadriláteros
Sin dejar de ser salvaje
, por su hijo ahora se cuidará más en las peleas
Miércoles 27 de marzo de 2013, p. a15
Ana María Guerrera Torres regresa a los entrenamientos tras un año de pausa. Está de vuelta y decidida a romper otros tabúes, como aquel que supone que es irreconciliable ser madre y peleadora al mismo tiempo.
Hace tres lustros enfrentó una barrera ideológica que descartaba que las mujeres pudieran participar en una actividad que parecía el último reducto del machismo deportivo: el boxeo.
Las pioneras del pugilismo mexicano convencieron a entrenadores, reacios a enseñar a las chicas los secretos del combate; promotores, que no creían en el éxito comercial de las muchachas sobre el cuadrilátero, y al público, para que viera sin morbo las peleas.
Sé que algunos dudan de que estaré de regreso en el boxeo, me llegan esos rumores, pero me río
, dice a casi un año de la pausa en su carrera, justo cuando estaba consolidada y se había convertido en la primera mujer en poseer un cinturón diamante del Consejo Mundial de Boxeo.
Pero me da igual, porque en toda mi carrera me he enfrentado a muchas barreras y las he derribado, junto con mis compañeras.
Ana María no encuentra la contradicción entre la figura maternal y cálida que hoy desempeña junto al de la peleadora aguerrida y salvaje que sube con intenciones de hacer el mayor daño posible a sus contrincantes. No será lo mismo, dice con cierto tono para dejar clara la obviedad. Antes no pensaba en nada, salvo en ganar y ser la mejor en su deporte.
Ahora debo cuidarme porque exponemos nuestro físico y nuestra vida; pienso que debo bajar bien porque tengo un hijo que quiero ver crecer y eso me hace ver de modo distinto el boxeo
, dice al reflexionar sobre cómo afrontar el retorno a los cuadriláteros.
Antes mi único miedo era la derrota y no me importaba morir en el cuadrilátero haciendo lo que más me gusta; hoy sé que debo cuidarme mucho más
. Por lo demás, ella se siente tan guerrera como al inicio de su carrera.
No pierdes ninguna facultad como boxeadora al tener un hijo; es obvio que pierdes habilidades; la velocidad, tal vez, o la distancia, pero en el fondo seguiré siendo una púgil salvaje.
Mientras estuvo en su descanso no dejó de seguir los pormenores del boxeo femenil en México. Vio cómo su cinto fue conquistado por Zulina Loba Muñoz, vio cómo su rival histórica Mariana Juárez fue destronada y los retiros por maternidad de Jackie Nava y Esmeralda Moreno. No extrañó nada porque asegura que todo lo que ha vivido fue por elección propia.
Mientras estaba embarazada o con mi hijo veía las peleas y me sentía satisfecha de que ahora existan más campeonas mundiales y que haya más jóvenes que quieren hacer algo serio en el boxeo; mientras, yo estaba en lo mío.
Ejercicio ligero para empezar
Apenas lleva unos días de nuevo en el gimnasio para acondicionarse, con ejercicios ligeros que le permitan retomar el camino dentro de unos meses. No hay guantes ni rutinas agotadoras.
Por ahora no me inquieta mi regreso porque estoy haciendo ejercicio para retomar el paso, pero luego me pongo a pensar cómo será todo cuando de verdad me prepare para una pelea y sí me preocupa cómo le haré para acoplarme con mi niño y las preparaciones fuertes
, admite.
Después se tranquiliza. Ser boxeadora y madre es tan compatible como en cualquier otra profesión, plantea con seguridad.
Hay muchas mujeres campeonas que han vuelto de la maternidad; Alicia Ashley incluso es abuela, por eso yo no dudo que también podré hacerlo
. Regresar de la maternidad al boxeo será otra prueba para una peleadora en combate permanente contra los tabúes.