Serán edificadas con recursos de la IP; aumentará la capacidad hasta 75 mil reos
Un reciente intento de motín en las Islas Marías puso al descubierto la existencia de malos tratos a los presos, así como la insuficiencia de alimentos y de agua potable, comenta el comisionado
Lunes 25 de marzo de 2013, p. 5
A lo largo de este sexenio la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) construirá otras diez prisiones de máxima seguridad con recursos de la iniciativa privada. Con ello, el sistema penitenciario federal incrementará su capacidad hasta 75 mil reos, reveló el comisionado Manuel Mondragón y Kalb.
En entrevista con La Jornada, informó que el pasado mes de febrero, un intento de motín de los internos de la colonia penal de las Islas Marías puso al descubierto la existencia de malos tratos a los presos, insuficiencia de alimentos y de agua potable, por lo cual fueron cesados tres funcionarios, entre ellos el director del centro carcelario.
Actualmente el gobierno federal opera 12 centros de readaptación social (Cefereso) para varones y uno para mujeres; otros seis (financiados por la iniciativa privada y contratados durante la administración de Genaro García Luna) están en construcción y se espera que para los próximos meses se tenga una capacidad para 50 mil internos por delitos del fuero federal.
De acuerdo con estadísticas del organismo, en todo el país existen 49 mil 560 internos por delitos del fuero federal, pero actualmente la CNS sólo tiene capacidad para albergar a 25 mil 952 personas, por lo cual casi 24 mil están en cárceles estatales. En cinco de los Ceferesos existe sobrepoblación.
–¿Cuál es la situación actual en esos centros? –se preguntó al comisionado.
–De ocho prisiones construidas con recursos de la iniciativa privada, ya se han entregado dos y seis están por entregarse. Necesitamos por lo menos diez más, aparte de las seis en construcción. Las otras diez nos ofrecerán 25 mil posiciones adicionales. Si nos quedamos solamente con esas seguiríamos deficitarios, y mi responsabilidad es que funcionen perfectamente bien –precisó.
–¿Encontraron deficiencias en la operación de las prisiones federales?
–En general no, y en las dos que ya han sido entregadas existe buen manejo, porque el mantenimiento, la alimentación y la limpieza están a cargo de los constructores, y ello me ha parecido muy bien.
‘‘De todas maneras he mandado revisar cada instalación y a todo el personal para resolver las fallas que han salido, pero que no afectan la operación. No me iré con la finta de que se trabaja bien, sino pediré que se hagan las cosas extraordinariamente bien.
‘‘Las fallas son tan poco sensibles que no se conocen. En ningún caso hay autogobierno ni manejo interno de estupefacientes ni violaciones a los derechos humanos, porque una cosa es que sean internos y otra que se les den malos tratos.’’
–Familiares e internos han denunciado que en los Ceferesos se violan los derechos humanos…
–Todo se está corrigiendo, porque no habrá ninguna violación a las garantías de nadie, ese el compromiso.
–¿Cómo se construirán las otras diez prisiones?
–Se seguirá el mismo esquema con la iniciativa privada; los constructores se harán cargo de toda la operación administrativa, insumos... La seguridad y custodia estará a nuestro cargo.
‘‘Yo creo que será interesante observar cómo funcionan estos ocho (centros) de esta entrecomillada privatización. Te dan llave en mano, pero que tiene un costo alto, muy alto.’’
–¿Qué anomalías se encontraron? –se insistió.
–Salvo lo ocurrido en Islas Marías, hoy está todo bien. Allí había una inadecuada conducción de todo el complejo, y además teníamos dos campos –uno de mujeres y otro de alta seguridad– que no estaban trabajando en forma adecuada.
‘‘Había maltrato a los internos y otro tipo de problemas; compromisos tomados en la administración anterior para adecuar físicamente los campos y las obras no se habían terminado; había retraso de meses y en algunos casos hasta de años.
‘‘También encontramos que había un mecanismo alimentario que no era suficiente ni en cantidad ni calidad; había déficit de agua, porque en las Islas Marías (el líquido) se obtiene de un pozo, por condensación y por desaladoras, pero éstas no estaban funcionando desde meses atrás. Todo eso generó problemas.
‘‘Hoy todo está funcionando y se corrigió el retraso de las obras pactadas. Además, se están contratando médicos, porque los que había estaban mal pagados y por eso nadie quería ir.
‘‘Asimismo, encontramos que hay internos que no deberían estar en las Islas Marías, que requieren mayores niveles de seguridad; ya los tenemos identificados para que sean transferidos a las áreas centrales’’.