Para el realizador de origen catalán Carlos Benpar el cine ha estado manipulado por los magnates: Son los que tienen un material que les ha llegado y no lo valoran, porque no lo toman como suyo, además son burócratas que no saben de cine; antes los productores eran de esta industria, por unas motivaciones u otras.

En una visita exclusiva a la Cineteca Nacional, el director barcelonés ofreció una conferencia magistral en la proyección, por primera vez en México, de Cineastas contra magnates y Cineastas en acción, ambas ganadoras del Goya a mejor documental en 2006 y 2007, respectivamente.

Según Benpar, cuando se hace una película puede haber todas las discusiones del mundo entre productores y cineastas, pero cuando se estrena no se debe tocar y los magnates lo hacen. Estas películas explican algunos casos.

Basada en su libro homónimo, Cineastas contra magnates está integrada por testimonios de personalidades como Fred Zinnemann, Federico Fellini, Artur Penn, para ensayar un manifiesto sobre los derechos morales del autor cinematográfico.

Manifiesto

Benpar explicó que la idea del documental surgió luego de que en 1987 la Asociación de Directores de Barcelona organizó un congreso sobre este tema y se hizo un manifiesto que firmaron desde Woody Allen hasta Kurosawa en el que básicamente decía: Los directores exigimos que las películas lleguen al espectador tal como han sido hechas.

Sin embargo, la película se realizó a principios de 2000, tomando de ejemplo películas estadunidenses, en las que queda de manifiesto el interés económico, detrás de la manipulación de los magnates del cine.

Las películas europeas no las manipulan porque no les interesan; los magnates controlan las estadunidenses porque son las que más se compran.

En el caso de Cineastas en acción, realizadores como Bigas Luna, Bernardo Bertolucci, Jean-Luc Godard, Ingmar Bergman y muchos más suman sus testimonios para abordar la forma en que todo artista tiene derecho a defender la integridad de su obra hasta las últimas consecuencias, a partir de una famosa anécdota del pintor surrealista Salvador Dalí.

El problema que tienen estas dos películas es que el tema que se trata es demasiado importante y la historia del cine está llena de cintas que cuando abordan esto se quedan en la apreciación de la temática y no se entra en el contenido de estructura formal de la película.

El director dijo que la palabra documental es equivocada para designar las cintas que realiza.

“La literatura ha encontrado una expresión más acertada: ensayo… Hay una confusión. Se dice que el documental debe ser espontáneo, y no es así, porque hay un trabajo previo, que cuando se graba puede convertirse en una especie de ensayo, en el que se altera la realidad y no la verdad”.

Benpar destacó que es posible utilizar la ficción para explicar la verdad, pues al final, lo más importante es que sea divertido y ejemplar, que tenga gracia y se entienda el tema.

Las funciones de Cineastas contra magnates y Cineastas en acción en la Cineteca Nacional concluirán el 31 de marzo. Para consultar horarios y programación completa visita: www.cinetecanacional.net