Clairefontaine, Francia, 23 de marzo.

España no está en declive. Esa certidumbre la comparten los jugadores franceses, quienes no se confían de su rival del martes, en un partido crucial de las eliminatorias para el Mundial, a pesar de que la campeona del orbe complicó su panorama el viernes, tras empatar 1-1 con Finlandia.

Ese inesperado tropiezo dejó a la roja segunda del grupo I, a dos puntos del líder Francia, que superó 3-1 a Georgia. Los españoles necesitan la victoria en París si quieren retomar el control de la situación.

No creo que estén en declive. Son los vigentes dobles campeones de Europa y los monarcas del mundo, a eso no lo llamo declive, yo conozco bien a sus jugadores. Siguen teniendo hambre de victoria y no quieren perder, comentó Raphael Varane, defensor del Real Madrid, en una rueda de prensa en la concentración de les bleus.

El equipo va a preparar el partido como siempre: para ganar. El resultado de España el viernes no nos cambia nada, señaló.

Varane habló también de lo que significó para él debutar con la selección francesa a los 19 años. Tras el partido sentí muchas emociones. Antes de jugar tenía presión, luego en el himno sentí escalofríos. Fue un momento fantástico, relató.

Poco antes habló el centrocampista Blaise Matuidi, del París Saint-Germain, quien también destacó el gran nivel de España, que eliminó a Francia en cuartos de la Eurocopa 2012.

No creo que sean menos fuertes, pero los otros equipos han comprendido cómo ponerlos en apuros. Cuando tienes un muro frente a ti nunca es fácil. Tampoco para los españoles. Esa defensa es adoptada por equipos más débiles, como Finlandia, aunque ningún equipo es débil, explicó.