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Hoy discutirán si se impone gravamen de 22 a 25% a depósitos superiores a 100 mil euros

Aprueban en Chipre limitar movimientos de capital y crear un fondo para bancos
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La canciller alemana Angela Merkel (segunda a la derecha) en una reunión con representantes de la fracción parlamentaria del Partido Democracia Libre, de Chipre, el viernes en BerlínFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de marzo de 2013, p. 24

Nicosia, 22 de marzo.

El Parlamento de Chipre aprobó limitaciones a los movimientos de capital, la creación de un fondo de solidaridad para la recapitalización de los bancos y la división de uno de los mayores bancos de la isla, como parte del Plan B para recibir un rescate.

La discusión más importante del paquete, que prevé la imposición de un gravamen obligatorio sobre los depósitos bancarios superiores a 100 mil euros está prevista para el sábado. Según versiones se plantea una tasa de entre 22 y 25 por ciento.

El gobierno informó que se encontraba en duras negociaciones con la troika (negociantes de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) y que se debían tomar decisiones dolorosas.

Rusia incrementó la presión al rechazar las solicitudes de ayuda de Nicosia. Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel advirtió que las negociaciones de un plan de rescate para la isla están agotando la paciencia de sus socios europeos. Alemania rechazó la propuesta de nacionalizar los fondos de pensión para subsanar el déficit financiero y exige que reforme sus bancos si quiere la ayuda.

El Parlamento rechazó el martes de forma contundente un primer plan que preveía una fuerte quita a todos los depósitos bancarios. El Plan B debe resolver ahora una compleja ecuación: de dónde sacar 5 mil 800 millones de euros para obtener en contrapartida los 10 mil millones prometidos por la troika para salvar a los bancos de la isla.

El programa rechazado por el Parlamento preveía aspirar 5 mil 800 millones de euros de los depósitos bancarios, cualquiera sea su monto, en una medida que generó la indignación de la población.

Chipre realizaría un dramático giro el sábado para evitar una inminente amenaza de un descalabro financiero, habiendo señalado que está dispuesto a imponer un gravamen a los grandes ahorristas en sus bancos para asegurar un rescate de la Unión Europea.

Los ministros de Finanzas de la zona euro programaron una reunión en Bruselas para el domingo, en una fuerte señal de que creen que una solución está cerca.

Mientras cientos de manifestantes se enfrentaron con la policía antidisturbios a las afueras del Parlamento la noche del viernes, los legisladores votaron por nacionalizar los fondos de pensiones, agrupar los activos del estado para la emisión de un bono y separar los activos buenos de los malos en los bancos afectados.

Si no se logra un acuerdo antes del lunes, el Banco Central Europeo ha amenazado con cortar la liquidez a los bancos chipriotas, lo que significaría el colapso seguro del sistema financiero de la isla, toda vez que los bancos chipriotas Popular Bank y el Cyprus Bank están amenazados de quiebra inmediata sin esos fondos.

Esta pequeña isla de menos de un millón de habitantes se convirtió en el talón de Aquiles de la eurozona, hasta el punto de que fuentes europeas amenazaron con dejar que salga del bloque para evitar un contagio a otros países como Grecia, España o Italia.

Alemania advirtió que Chipre estaba jugando con fuego. Moody’s rebajó la calificación crediticia sobre los depósitos en los bancos chipriotas a Caa3, a sólo dos escalones del último nivel de su escala de categoría basura.

Chipre se acercó previamente a la bancarrota cuando su Parlamento rechazó el martes el gravamen propuesto, con los chipriotas enfurecidos por planes de tocar las tenencias de los pequeños ahorristas, así como las cuentas más grandes, muchas pertenecientes a inversionistas extranjeros.

Sin un impuesto bancario, Nicosia se acercó a Rusia, cuyos ciudadanos tienen miles de millones de euros en juego en el sector bancario chipriota. Pero el ministro de Finanzas, Michael Sarris, retornó desde Moscú con las manos vacías. El viernes aseguró que el impuesto bancario estaba de nuevo sobre la mesa.