La distribución de derechos no considera el ambiente
Viernes 22 de marzo de 2013, p. 50
Villahermosa, Tab., 21 de marzo.
Pese a la escasez de agua en México, se dan permisos de extracción del recurso por encima de la capacidad de recarga de los acuíferos, y la normatividad mide pocos contaminantes en las descargas residuales, lo cual impide conocer con precisión la calidad del líquido.
Señalaron lo anterior especialistas durante el cuarto Congreso Mexicano de Ecología que se celebra en esta ciudad, en la víspera de la celebración del Día Mundial del Agua. Entre los temas que se abordaron este día están los humedales y la problemática ambiental de las sustancias tóxicas.
En la distribución de derechos que hace la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en los acuíferos, no se ha considerado el medio ambiente. De acuerdo con el organismo, en ninguno de los 731 acuíferos distribuidos en el territorio nacional está considerado dar agua a la conservación.
Se espera que esta situación cambie con la publicación, en septiembre pasado, de la norma sobre caudal ecológico de la Secretaría de Economía, dijo Sergio Salinas, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés). De acuerdo con esta regulación, la Conagua deberá determinar la situación hidrológica de las cuencas, apuntó.
Puso de ejemplo que en la cuenca del río Conchos, en Chihuahua, se entregaron permisos que rebasan la capacidad de recarga en 150 por ciento, lo cual provoca estrés hídrico en la zona, pero además no hay líquido destinado a la conservación. Explicó que el manejo del agua con el medio ambiente como aliado promueve un límite sustentable de extracción con significado ecológico.
Detalló que entre los usos del líquido que señala la legislación está el industrial, agrícola y doméstico, pero en ningún momento se consideró el ecológico.
En la mesa sobre tóxicos, la bióloga Yolanda Pica Granados detalló que la norma 001 –de 1996–, que mide la calidad de las descargas residuales, no incluye suficientes sustancias para determinar qué tan contaminado está el líquido.
Refirió que en un estudio de calidad de los ríos Atoyac, Zimapán y Alseseca, en el centro del país, se encontraron 95 tipos de descargas, de las cuales 75 eran tóxicas. Ante ello, dijo, se requiere una evolución del marco normativo mexicano, por lo que ya está en marcha una propuesta.
El agua es uno de los sectores ambientales con mayores avances en regulaciones, en comparación con otros, como el suelo, consideró por su parte Patricia Romero, de la UAM, en su ponencia sobre las herramientas ecotoxicológicas en los sistemas de monitoreo en el país.